Pablo Casado madura cambios en el PP para convertirlo en el partido que él pretende. Una pieza fundamental en este esquema será la presidencia de los populares madrileños, cargo que ostenta ahora en forma interina Pío García Escudero, designado por Génova tras la brusca retirada de Cristina Cifuentes. Primero, piensan en Génova, cerrar los pactos y luego, arreglar el partido, ahora algo desvencijado por las turbulencias internas.
Las negociaciones para gobiernos autonómicos y municipales acaban de empezar. El PP tiene toda su atención puesta en Madrid, tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad. Nada hace pensar que no logre cumplir sus objetivos. Una vez superado este trámite trascendental, Casado abordará decisiones sobre la estructura de su formación. Un paso clave será la celebración del congreso regional en Madrid para elegir a su presidente. Los afiliados tendrán la palabra.
Estrella en las redes
Nadie duda de que el presidente del PP auspiciará la candidatura de Isabel Díaz Ayuso, aún en el caso de que no logre convertirse en jefa del Ejecutivo madrileño. Díaz Ayuso, una apuesta personal de Casado, tuvo que improvisar su campaña electoral en apenas tres meses. Pasó del anonimato al trendintópic sin tiempo apenas para tomar aliento. Logró un resultado tan estimable que le permite ahora optar, con enormes posibilidades, a la presidencia si logra el concurso de Ciudadanos y Vox.
Ayuso, con quince años de experiencia en la administración madrileña, será con toda probabilidad la futura 'lideresa' de los populares madrileños, cargo que ya ostentaron, con distinta fortuna, Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes. También su un día lo ejerció Pío García Escudero, ahora vicepresidente del Senado y deseoso de entregar el cetro madrileño a su sucesora.
Revelación de la campaña
Díaz Ayuso fue la revelación en la reciente campaña electoral. Protagonizó diferentes polémicas, en especial por incurrir en declaraciones públicas que provocaron desconcierto y aún hilaridad en sectores de la izquierda. Fue tan combatida como Vox desde las filas del pensamiento único. Se situó en el frontispicio de la actualidad y cosechó el protagonismo imprescindible para no quedarse en el terreno de la nadería. La fórmula funcionó, ayudada por el escaso tirón de su principal rival, Ángel Gabilondo, gris y anodino postulante socialista, y por la irregular campaña de Ignacio Aguado, líder de Cs, quien sin embargo logró una sorprendente remontada en el tramo final de la campaña.
Si los planes de Casado resultan como espera, Díaz Ayuso no sólo mantendrá la enseña del PP en el frontispicio de la Comunidad madrileña sino que también se convertirá en la jefa regional de los populares. Una 'baronesa' alineada desde el primer momento con el presidente del partido y que hará de eficaz contrapeso a los dirigentes periféricos más críticos. Ayuso será un referente en la estructura del PP si consigue la presidencia de Madrid. Y si ahora no lo logra, lo intentará dentro de cuatro años, si los votos de los afiliados lo aprueban. El futuro del PP de Casado ya ha empezado a diseñarse.