El sector crítico del PSOE considera un auténtico “engaño” el trabajo que ultima la gestora que preside Javier Fernández para dar con un nuevo proyecto político que movilice a los votantes socialistas. “Las conclusiones de la conferencia política que celebramos en 2013 están plenamente vigentes y no es necesario prescindir de ellas porque no hemos gobernado y, por lo tanto, no las hemos desarrollado”, aseguran fuentes parlamentarias próximas a Pedro Sánchez.
Los sanchistas ven absurdo actualizar los programas del 20D y del 26J cuando el PSOE no ha gobernado después
Los fieles al exsecretario general consideran que es absurdo redefinir las conclusiones de aquella conferencia puesto que en ella participó más de un millar de personas y se recogieron recomendaciones directas de la militancia a través de un largo trabajo que coordinó el ahora eurodiputado Ramón Jáuregui y en el que participó como ponente del área económica y coordinador de la propia conferencia el propio Pedro Sánchez.
Aquel cónclave, una iniciativa de Alfredo Pérez Rubalcaba para que el PSOE pudiera concurrir a las elecciones generales con un programa alternativo al del PP, tuvo entre sus principales protagonistas a bastantes dirigentes del partido que con posterioridad formaron parte del equipo de Sánchez. Entre ellos estaban la exsecretaria de Estado de Empleo María Luz Rodríguez, el diputado murciano Pedro Saura, la ahora consejera valenciana Carmen Montón y la exresponsable de Participación, Redes Sociales e Innovación en la ejecutiva federal María González Veracruz. En la conferencia también colaboraron, entre otros, el exministro de Trabajo Valeriano Gómez, la eurodiputada Inmaculada Rodríguez Piñero y la exministra Trinidad Jiménez.
“Organizar ahora un revival de esta conferencia es una burla a la militancia”, aseguran fuentes sanchistas, escépticas ante la posibilidad de que en sus trabajos se avengan a colaborar los afiliados y simpatizantes del PSOE a los que la actual gestora ha dado la espalda, refieren, al impedirles opinar “sobre algo tan importante como era facilitar o no el Gobierno de Mariano Rajoy”.
La herida de la investidura
Los organizadores de la conferencia celebrada hace tres años tuvieron especial cuidado en llamar a la militancia a participar en ella y se la presentaron como una “amplia reflexión política” a la que también invitaron a colaborar a todas las agrupaciones socialistas, las mismas en las que recientemente se detectó un alto grado de contestación a la decisión del partido y de su grupo parlamentario de abstenerse en la investidura del candidato del PP.
“La redefinición del proyecto del PSOE tiene claramente la huella de Rubalcaba y lo que busca, en realidad, es distraer la atención de la mayoría del partido para tratar de retrasar lo máximo posible el congreso”, apuntan las mismas fuentes. De las conclusiones de la conferencia de 2013 bebieron los programas electorales del 20D y del 26J, recuerdan fuentes socialistas, convencidas de que éstos están plenamente vigentes y de no es necesario revisarlos, salvo que lo que se quiera por parte de la gestora es “generar nuevas polémicas”, pues el margen para defender políticas muy diferentes a las que va a aplicar este Gobierno “es muy escaso” teniendo en cuenta que es el PSOE, con la excepción de 15 de sus diputados, la formación que ha vuelto a conducir a Rajoy a La Moncloa.
Algunos de los actores principales de la conferencia de 2013 recuerdan que en ella se apostó, por ejemplo, por reformular el artículo 135 de la Constitución, el que garantiza la estabilidad presupuestaria, una propuesta que año y medio después, en boca de Sánchez, levantó una gran polvareda hasta el punto de que luego llegó a ser muy matizada por el exsecretario general del partido.
Los críticos sospechan que en la nueva conferencia habrá enmiendas para enterrar las primarias
“No es descartable que alguien aparentemente inocente introduzca en alguna de las ponencias que se van a debatir el entierro de las primarias y que la enmienda acabe aprobándose”, insinúa con gesto de sospecha un dirigente del partido que apostó hasta el final por Sánchez y teme “un nuevo pucherazo”.