Política

Rajoy oculta su 'semana trágica' tras una cortina de humor y optimismo

Rajoy se mostraba 'contento' y 'de muy buen humor' camino de Sevilla, para los fastos del aniversario del AVE. Oleada de optimismo para contrarrestar la semana trágica del PSOE. "Hay que gobernar, sacar los presupuestos, no queda otra", comentan en Moncloa.

  • Rajoy junto a Iñigo de la Serna y a Cristina Cifuentes, esta mañana antes de tomar el AVE a Sevilla.

Contento y "de muy buen humor" se mostraba Mariano Rajoy a su llegada a Sevilla, según confesaba el titular de Fomento. El 25 aniversario del AVE era la excusa para abandonar la zona sísmica de Madrid, donde se viven aún las réplicas del gran terremoto. El Gobierno intenta sepultar su semana trágica con una ofensiva de optimismo. "Hay que gobernar, hay que seguir gestionando, no queda otra", comentan en fuentes del Ejecutivo, convencidas de que estos sucesos no van a afectar a sus pactos y acuerdos para sacar adelante los asuntos prioritarios y urgentes de la Legislatura. 

El presidente mostró el camino este jueves cuando revistió de plena 'normalidad' el hecho de haber sido citado ante los tribunales. No pasa nada. Génova había alarmado a sus cuadros y militancia con una respuesta frontal y vehemente a la iniciativa judicial. Un comunicado en el que no se evitaban reproches al extraño zizgagueo del tribunal. Méndez de Vigo, el portavoz del Ejecutivo, incluso sacó pecho este viernes tras la reunión del Consejo, al recordar que ha sido precisamente el Gobierno y el PP quien sacó a la luz algunos de los casos de corrupción recientes, como fue el Frob con las 'tarjetas black' y el propio asunto del Canal de Isabel II.

"Os atizarán, a todos menos a mí"

En estado de shock por el hecho sin precedentes de que un presidente del Gobierno sea citado ante los tribunales, estallaba la 'operación Lezo', con la detención del expresidente madrileño, Ignacio González, junto a una docena de colaboradores. El "caso Canal" se desborda. Después vino la dura comparecencia de Esperanza Aguirre ante los jueces, en la que no evitó recordar su comprometida y reveladora reunión con el extesorero Lapuerta en el despacho del Rajoy. Luego las lágrimas de la 'lideresa' y las cábalas sobre su dimisión.

Rajoy se mostró ingenioso, simpático y divertido en la inauguración del congreso de Nuevas Generaciones del partido en Sevilla. "No os asustéis cuando os aticen, que os atizarán, y mucho, a todos salvo a mí", dijo a la muchachada popular en tono irónico. Y con la mente puesta en las tormentas, aseguró que "la gente del PP no se porta mal nunca".

En Moncloa se intenta también desdramatizar la situación, relativizar sus consecuencias. Recuperan la muletilla de que se trata de asuntos antiguos protagonizados por gente que ya no está en el partido

En Moncloa se intenta también desdramatizar la situación, relativizar sus consecuencias. Recuperan la muletilla de que se trata de asuntos antiguos protagonizados por gente que ya no está en el partido. "No podemos hacer gran cosa más que seguir a lo nuestro. Los datos económicos de esta semana están resultando espléndidos y las previsiones, a mejor. Todo se lo traga la corrupción pero no hay que desanimarse. Nosotros, a lo nuestro", subrayan.

Rajoy ha recuperado el tono, una vez superada su indignación tras conocer su citación. Ahora impone calma y confianza. Su principal preocupación sigue siendo la misma: atar los presupuestos. En su equipo se trabaja para minimizar los daños del "calvario judicial". Ciudadanos, pese a su permanente sobreactuación permanente en contra de los corruptos, no va a retirar su apoyo. El PNV parece que tampoco. "Nunca se sabe, todo es posible, el panorama ha cambiado un poco, pero no tanto como para que nos den un portazo", señala una fuente conocedora de las negociaciones.

Vuelven los escraches

En la sede de Génova hay más inquietud. En las terminales regionales del partido cunde la preocupación. El PP catalán, por ejemplo, ha presentado esta semana una ofensiva con más de 90 actos contra el referéndum separatista. Apenas ha tenido repercusión. Dirigentes regionales evitan convocar actos o ruedas de prensa para esquivar las preguntas obligadas o los incidentes. "Hasta nos comentan que han vuelto los escraches. Pequeños, aislados, pero han vuelto", señalaba un alto cargo regional. 

La dirección nacional mantiene el pulso y sigue con su agenda. Este fin de semana, congreso de Nuevas Generaciones, con toda la cúpula al frente, Rajoy, Cospedal, Maíllo. "Hay que fortalecer al partido de cara a las municipales de 2019", insisten los altos mandos.

El PP se adentra en un proceso de renovación de sus direcciones provinciales, donde se perfilan ya algunos volcanes en erupción. Valencia es el más grave, con un pulso firme a la autoridad nacional. Habrá más. "El partido tiene que estar centrado en lo importante, pero estos episodios judiciales lo arrasan todo", señalan. 

Cargarle la culpa de todo a Esperanza Aguirre es por ahora el principal elemento de la estrategia. Gürtel e Ignacio González son asuntos que ocurrieron en su demarcación y con gente que estuvo a sus órdenes.  "Lo malo es que llueve sobre mojado. Pensábamos que todo aquello ya estaba superado pero siguen emergiendo nuevos episodios", insisten mandos intermedios de la formación.  

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