La situación se complica para la ministra de Justicia, Dolores Delgado. Desde que se comenzara a especular sobre su relación con el excomisario de la Policía, José Manuel Villarejo, en prisión provisional por cohecho y blanqueo de capitales desde el pasado mes de noviembre, no ha cesado en su intento de esquivar las críticas.
Inicialmente, cuando salió a la luz que la Audiencia Nacional investigaba una supuesta reunión entre ambos para tratar la extradición del empresario Ángel Pérez-Maura, Delgado negó rotundamente cualquier "tipo de relación personal, profesional, oficial o no oficial". Mantuvo esta postura durante varios días con matices, agregando después que sí coincidieron en algún evento mientras trabajaba en la Audiencia Nacional.
Pero todo cambió cuando la web Moncloa.com publicó unos audios este lunes en los que se escuchaba -de forma dificultosa- una conversación entre la ministra, al excomisario, el exjuez Baltasar Garzón y cuatro policías pertenecientes a la cúpula del cuerpo durante una comida en 2009. Fue entonces cuando la ministra tuvo que cambiar su versión y pasó de no tener "ningún tipo de relación" con Villarejo a haber coincidido "tres veces" con él, aunque especifica que acude por su amistad con el juez Garzón.
Ella misma califico el ambiente de "distendido", aunque desde el Ministerio de Justicia aseguraron que se trataba de una "estrategia procesal" de Villarejo, recordando que ya "cargó contra la Jefatura del Estado con grabaciones relacionadas con el rey emérito".
Pero un día después, este martes, el mismo digital ha publicado una segunda serie en la que la ministra llama "maricón" a uno de sus actuales compañeros de Gobierno, el ministro de Interior Fernando Grande-Marlaska. En esa misma conversación aseguraba que prefería estar en "un tribunal de hombres" y que las mujeres de su gremio tienen una "ventaja indiscutible".
Ahora su propio ministerio cambia de versión nuevamente y dice que sí le llamó "maricón", pero no por su condición sexual. Desde el departamento que dirige Delgado afirman que durante esta comida la entonces fiscal de la Audiencia Nacional sí se refería a su actual compañero en el Ejecutivo, pero era una forma de referirse a él y ha sido sacado de contexto.
Delgado ha asegurado este martes que cuenta con el apoyo de Pedro Sánchez, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha considerado suficientes sus explicaciones, y la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, ha advertido de que no admitirán chantajes "ni de Villarejo ni de nadie".
Pero durante varias horas ni la vicepresidenta, Carmen Calvo, presidenta en funciones mientras Pedro Sánchez está de viaje en Canadá y Estados Unidos -hasta el sábado-, ni nadie del Gobierno dijeron nada. Es más, según ha podido saber Vozpópuli, Calvo dio instrucciones a los ministerios para que anularan actos que conllevaran contacto con los medios de comunicación, al objeto de propiciar una única versión.