En ningún párrafo de su discurso el Rey Felipe VI menciona la palabra "diálogo", que el PSOE de Pedro Sánchez lleva reclamando desde hace semanas y eso se notó ayer en la primera reacción. Los socialistas apoyan al Monarca pero, en privado, la dirección del partido admite que deseaba esa apelación al diálogo porque la ausencia de la misma echa por tierra toda su estrategia.
Habrá que ver ahora si sus reiterados llamamientos a Mariano Rajoy, en particular desde el PSC, para que hable con Carles Puigdemont y los independentistas, van a quedar aparcados ante la inminencia de la aplicación de algún tipo de medida excepcional; bien sea la activación del artículo 155 de la Constitución, la aplicación de la Ley de Seguridad Nacional o, incluso, decretar estado de excepción en Cataluña. Ninguna de esas tres alternativas es descabellada después del llamamiento del Monarca al Estado esta noche a "asegurar el orden constitucional" que ha roto una Generalitat situada en la "ilegalidad"
Y esto pone a los socialistas en un serio aprieto. En nombre de Ferraz, el responsabe de Relaciones Institucionales, Alfonso Rodríguez Goméz de Celis, ha destacado la "importante apelación" de Felipe VI a "la concordia y el entendimiento entre todos los catalanes y todos los españoles".
Si la tesis oficial es que el mensaje del Rey ha invitado al "entendimiento", en Ferraz ven claro que Felipe VI no ha dejado puertas abiertas a la negociación entre Moncloa y la Generalitat que defiende Sánchez y se ha decantado claramente por una respuesta firme a la posible Declaración Unilateral de Independencia (DUI).
Y esa es la razón por la cual otros dirigentes socialistas que sí aplauden la firmeza del monarca, "duro" con la Generalitat y diciendo "con claridad que el Gobierno tiene la obligación de hacer cumplir la ley".
La portavoz del Grupo Socialista, Margarita Robles, prefirió valorar el llamamiento del Rey a la "serenidad, el entendimiento y la concordia" y cargó contra Rajoy porque "aún no haya decidido si va aplicar el artículo 155 o la ley de Seguridad Nacional"; "le pagan por gobernar, no para poner el retrovisor y ver qué hace la oposición".
El PP aprovecha las palabras del monarca para pedir a los socialistas y demás partidos que abandonen la "equidistancia" y se sumen a la estrategia del Gobierno para restaurar la ley en Cataluña
Desde el PP fue su vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, quien aprovechó que el Monarca fue firme pidió a los demás partidos que se sumen al mensaje de "concordia y responsabilidad" que ha dado Felipe VI. Una vez más la Corona, recalcó, "es garante de la concordia, la convivencia, la legalidad y por supuesto de la continuidad histórica de España".
"Para el jefe del Estado no hay equidistancia, o se está con los que incumplen la ley y agreden la Constitución" o se está con "quienes respetan las normas básicas, defienden el Estado de derecho y garantizan la convivencia pacífica de toda la sociedad española y en especial en Cataluña", ha recalcado Casado. Y ha valorado que Felipe VI haya vuelto a comprometerse con la legalidad en Cataluña y en el resto de España, "porque no puede haber democracia sin ley".
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha asegurado hoy que con su discurso televisado de esta noche el Rey "ha dado la cara por todos", y ha subrayado que España "necesita esperanza y liderazgo". "Es momento de actuar para garantizar la unión de todos los españoles", añade el dirigente de la formación naranja a través de su cuenta de Twitter en un comentario sobre la alocución del Monarca.
Entretanto, su partido ha difundido un comunicado en el que destaca que Felipe VI ha lanzado un "mensaje claro de serenidad a los españoles y a los catalanes" al afirmar que los poderes del Estado "van a asegurar el normal funcionamiento de nuestras instituciones democráticas y el autogobierno en Cataluña".
Este partido califica de "imprescindible" el discurso del jefe del Estado en unos momentos, dice, "tan complicados", y apunta que con sus palabras ha hecho un "diagnóstico acertado que compartimos" sobre la situación en Cataluña al manifestar que las instituciones catalanas "se han colocado fuera de la Constitución y de la ley".