En la dirección de Ciudadanos ha sentado a cuerno quemado el momento elegido por Javier Nart para darse de baja del partido, justo cuando el eco de las voces críticas se había disipado tras el verano más convulso en la historia del partido naranja y con el foco apuntando a PSOE y Podemos por su incapacidad para cerrar un acuerdo de gobierno que ponga en marcha la legislatura.
Nart ya tuvo una sonada dimisión en junio de los órganos internos en solidaridad con el portazo de Toni Roldán y el fallido intento de Luis Garicano para que la formación naranja se abriese a una negociación con Pedro Sánchez para facilitar su investidura, gracias a los 180 escaños que PSOE y Ciudadanos suman en estos momentos y que conformarían una confortable mayoría absoluta para los tiempos que corren.
En aquel 24 de junio en el que los críticos lanzaron un pulso a Albert Rivera, Nart renunció a seguir en la Ejecutiva Nacional del partido y pudo darse de baja como afiliado, pero no lo hizo. Fiel a su estilo de abogado impulsivo, dejó pasar varias semanas antes de comentar a varios dirigentes naranjas que también deseaba dejar el partido.
Al final, ha sido en septiembre, con el inicio del curso político y antes de que una hipotética repetición de elecciones generales provocase más ruido mediático, cuando ha dado ese paso que, a nadie se le escapa, hace daño al partido, según coinciden varias personas allegadas a Rivera.
Contención con Nart
Lejos de echar más gasolina al fuego y pese al malestar existente con Nart, la dirección de Ciudadanos no quiere que este caso se le vaya de las manos y prefiere la contención viendo que el afectado da la apariencia de que todo sigue igual. "Su baja del partido es una tontería que no va a ningún lado. La gente lo va a interpretar que se va del todo, pero ahora cómo le explicas a los votantes que sigue ahí en su escaño de Estrasburgo", reconoce un miembro de la Ejecutiva naranja a Vozpópuli.
En realidad, Ciudadanos podría expulsarle de inmediato de la delegación naranja en la Eurocámara, quedándose con un eurodiputado menos de los siete que ahora tiene, pero prefiere que Nart cumpla su palabra de que mantendrá su disciplina de voto y que seguirá comprometido con el programa europeo de Cs antes que tener otro caso traumático como el de Carolina Punset.
La exdirigente valenciana provocó la pasada legislatura europea un desaguisado interno en Ciudadanos, al mostrar en público sus discrepancias con Rivera por abandonar el ideario socialdemócrata. Fue la primera voz crítica dentro de Cs tras su implantación a nivel nacional.
El partido la expulsó de la delegación en Bruselas por su rebeldía -llegó a entrevistarse con Carles Puigdemont en Waterloo- y le reclamó su acta de eurodiputada, pero ella se fue al grupo de los no inscritos. El resultado fue que Ciudadanos se quedó en el último tramo de la legislatura sin los fondos económicos y los asesores que le correspondían por ese escaño.
En calidad de independiente
Nart podía haber seguido los pasos de Punset. Sin embargo, prefiere mantenerse dentro del grupo de Ciudadanos en calidad de independiente. "Si hubiera hecho lo de Punset de cortar con la delegación de Cs de Bruselas, evidentemente se le pediría el acta de diputado. Pero él se compromete a seguir la línea del partido y a que su presupuesto lo siga manejando el partido", zanja la citada fuente.
El eurodiputado naranja ya tuvo la condición de independiente en 2014 cuando se presentó como cabeza de cartel de la formación naranja a las europeas. Un año después se afilió al partido de Rivera para así poder entrar en la Ejecutiva naranja, donde sus discrepancias con la línea oficial del partido fueron en aumento -por ejemplo, se opuso al fichaje de Silvia Clemente en Castilla y León- hasta el definitivo estallido de junio.
"Sigue comprometido con el programa de Ciudadanos, continúa en la delegación, en la estructura bajo la jefatura de Luis Garicano. Eso sí, a cambio de la disciplina de voto. Va a seguir haciendo su trabajo como hasta ahora. Le dan estos 'prontos' pero no hay que darle más vueltas”, resume un dirigente de Cs.
El camino inverso de Bauzá
Ausente de las redes sociales y con cierta aversión para trabajar en equipo con el correo electrónico, Nart vuelve a equilibrar la balanza dentro de la curiosa estructura que tiene la delegación de Cs en Bruselas entre eurodiputados militantes (4) e independientes (3).
En este último grupo están Maite Pagazaurtundúa (aún afiliada a UPyD), Soraya Rodríguez (ex PSOE) y el citado Nart después de que José Ramón Bauzá (ex PP) hiciese el camino inverso: fue en las listas de Cs como independiente y en julio se afilió dentro de su rápida conversión política.