Pedro Sánchez ya está llamando a los que quiere que sean sus ministros para ofrecerles entrar en el gobierno y ha comenzado de forma simbólica por quien fue su mentor en la etapa turbulenta antes de su regreso a la Secretaría General del PSOE: José Borrell, que ha aceptado ser ministro de Asuntos Exteriores. Ademas, Carmen Calvo se perfila como vicepresidenta de un gabinete en el cual Teresa Ribera será ministra de Energía y Medio Ambiente.
No es cualquier nombramiento el de Borrell, un 'jacobino' a prueba de nacionalistas. Solo hay que ver la reacción furibunda de Carles Puigdemont en contra. Es decir, Sánchez ha emitido una primera señal de firmeza a los independentistas catalanes y en particular al president de la Generalitat, Quim Torra, que hace 48 horas decía "ni un paso atrás" en su estrategia de desafío al Estado.
El nuevo ministro de Exteriores ya ha llamado al titular de la cartera en funciones, Alfonso Dastis, para verse durante los próximos días y preparar el traspaso de poderes. Pero no cabe duda que el mensaje que emitirá la diplomacia española al mundo en relación al conflicto catalán será de mucha más dureza.
Su nombramiento es también un gesto del nuevo jefe del Ejecutivo hacia las capitales de los principales Estados de la UE y hacia la Comisión Europea. Porque la incorporación de Borrell, veterano exministro de Fomento (1993-96) y expresidente del Parlamento Europeo, es un "dato tranquilizador" del europeísmo del PSOE en unos tiempos en que Italia flaquea; en palabras de varios veteranos dirigentes socialistas que saludan la elección, Sánchez "no puede fallar" en la selección de personal.
Sánchez abandonó este lunes su retiro para asistir al acto del 25 aniversario de establecimiento de relaciones entre España y Andorra, y allí reconoció que "no podía faltar aunque estoy con la estructura de gobierno"
De hecho, el líder socialista está llevando con tal discrección la formación de su primer gobierno que el nombramiento de Borrell es el único dato fehaciente de un gabinete en el que, parece, tres mujeres van a tener mucho protagonismo: además de Carmen Calvo, Margarita Robles, que dejará la Portavocía del Grupo Socialista, previsiblemente para ocupar la cartera de Interior; y la vicesecretaria general, Adriana Lastra.
A la espera de despejarse si vuelve la fórmula de unir en un solo ministerio Economía y Hacienda, ahora separados, y si será una Vicepresidencia, David Vegara, exsecretario de Estado de Economía con Pedro Solbes (2004-2009), sigue teniendo muchas papeletas para hacerse con el puesto; seguido en las quinielas por Jordi Sevilla, el hombre fuerte de Sánchez en economía durante su primera etapa como secretario general.
Con cualquier de esos dos nombres, Pedro Saura podría ser secretario de Estado de Presupuestos; o responsable de la Oficina Económica de La Moncloa, segun otras fuentes, bajo dependencia directa del presidente. Y para el Ministerio de Trabajo no es descartable que el presidente del Gobierno eche mano del responsable actual de Economía en la Ejecutiva, Manu Escudero.
Escudero es el ideólogo del impuesto a las transacciones financieras y a los beneficios de la Banca para financiar las pensiones, y pretende destopar el impuesto de Sociedades que pagan las empresas e incluso incrementar sus tipos para financiar el enorme agujero de la Seguridad Social de una España envejecida.
Con la entrada de Borrell, lo que sí está confirmado es que la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, no entrará en este primer gobierno de Sánchez. La incógnita de si la cartera de Medio Ambiente se uniría a Energía -para hacer un guiño a Podemos- se despejó ayer positivamente. Esa cartera recaerá en las manos de la que fue secretaria de Estado del ramo en los últimos gobiernos de Zapatero, Teresa Ribera.
En la noche de este lunes Sánchez abandonó su retiro de los últimos días para asistir al acto del 25 aniversario de establecimiento de relaciones diplomáticas España-Andorra, y allí dijo en privado al presidente andorrano que "no podía faltar aunque estoy haciendo la estructura de gobierno".
Tras la marcha de Margarita Robles al Gobierno, la gran incógnita es si Ábalos la sustituirá como portavoz del Grupo Socialista o Sánchez está pensando en otro nombre
Ya se ha confirmado -lo hizo este lunes el hombre fuerte del núcleo duro que rodea a Sánchez, José Luis Ábalos- que habrá un Ministerio de Igualdad y que se dará dará entrada a Podemos y otras fuerzas políticas en los órganos constitucionales (Tribunal Constitucional y Consejo General del Poder Judicial) y no constitucionales pendientes de renovación.
El secretario de Organización del PSOE no ha querido confirmar si él mismo formará parte del Ejecutivo o se quedará en el Congreso relevando a Robles en la portavocía del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso.
También se va a crear un Alto Comisionado para la Pobreza Infantil, que dependerá directamente de Presidencia del Gobierno. Este es un asunto prioritario en la "agenda social" del nuevo gobierno socialista, que, según señalan distintas fuentes de la Ejecutiva Federal, cree que tiene "margen" para inyectar dinero por la bonanza recaudatoria de los últimos años. Ahí y en políticas contra la violencia de género.