El presidente de España, Pedro Sánchez, se ha reafirmado en su intención de mantener una política migratoria común con sus socios europeos para poder hacer frente a la ola de personas que estos días están llegando a las costas españolas. Lo ha hecho desde Doñana, donde ha recibido a la canciller alemana Angela Merkel.
Sánchez ha subrayado el papel principal que juega España en la política de inmigración por su situación geográfica. El jefe del Ejecutivo español ha dicho, aunque de soslayo, que los miembros de la Unión Europea (UE) deben apostar por las inversiones en los países de origen de las personas que llegan hasta las costas del continente.
La inmigración no ha sido el único tema tratado por los dos dirigentes, pero sí ha constituido el eje central sobre el que ha pivotado la reunión. Los dos líderes también han hablado de la política común monetaria y del futuro laboral dentro de los países miembros de la Unión Europea.
La presidenta de Alemania, Angela Merkel, ha subrayado que el problema de la inmigración es una "cuestión básica" para el futuro de Europa. "Es un desafío que tenemos que abordar de manera conjunta. Da igual que España sea el primer país de llegada o que Alemania sea el segundo en referencia una vez que ya están aquí".
Merkel, ha apuntado que su país pretende "reforzar" las relaciones con España para poder hacer frente al futuro de "la economía, de la digitalización, el cambio climático y las relaciones comerciales".
La líder alemana también ha dejado caer que la solución pasa por actuar en los países africanos: "No sólo tenemos que hablar de África, sino que tenemos que hablar con África", ha afirmado. De hecho Merkel ha recordado que su país ya trabaja con estados africanos, alcanzando acuerdos como el que recientemente ha firmado con Nigeria.
