Pedro Sánchez tiene ante sí un difícil reto: recuperar la hegemonía del PSOE en la oposición, que el espejismo de la moción de censura de Podemos esta semana le ha arrebatado. Dispone de 84 diputados mientras que Pablo Iglesias solo de 71, pero el líder del partido morado ya advirtió ayer desde la tribuna de oradores del Congreso que colaboración entre ambos para "echar al PP" sí, pero "de igual a igual".
Una condición ésta de la igualdad que no aceptará fácilmente el partido más antiguo de España, 138 años y 21 de ellos gobernando, sabiendo que Podemos intentará a partir de ahora afianzarse en ese liderazgo virtual. De momento, el líder socialista, que siguió el debate desde su despacho, vio un PSOE "sólido y solvente, la única alternativa al PP", según ha sabido Vozpópuli, después de constatarse la soledad parlamentaria de Iglesias, al que solo apoyaron en su censura Bildu y ERC.
Este "salirle el tiro por la culata" a Iglesias, que dicen en el PSOE, negándose a retrasar la moción como le pedía incluso su socio Compromis para dar tiempo a los socialistas a recomponerse, allana de rebote entronización de Sánchez este fin de semana en el 39 Congreso.
Pero no todo será un camino de rosas. Ahora viene lo más complicado para él: decidir quien será el portavoz del Grupo Socialista. En el debate de ayer ese papel lo realizó provisionalmente el valenciano José Luis Ábalos pero, si se cumplen las expectativas, éste pasará a ser secretario de Organización y su puesto será ocupado por la asturiana Adriana Lastra. Cualquiera de los dos son de su máxima confianza.
Sánchez no parece dispuesto a la moción de censura en otoño que Pablo Iglesias se ha apresurado a proponerle para seguir llevando la iniciativa
El secretario general de los socialistas está convencido de que Mariano Rajoy no será candidato a la Presidencia del Gobierno en las próximas elecciones aunque resta importancia al hecho de que en los próximos uno o dos años no vaya a poder confrontar con el jefe del Ejecutivo en el Congreso por haber renunciado al acta.
Cree que, en la actualidad, la imagen de la tribuna de oradores de la Cámara Baja no le garantiza más repercusión pública que la que pueda obtener de una presencia pública continuada en medios de comunicación y además va a organizarse una agenda mediática y de viajes para recorrer la geografía nacional de nuevo en busca del tiempo perdido en estos nueve meses.
Su relación con Podemos será, pues, todo lo tensa que suele ser la de dos partidos que compiten por un mismo electorado. De hecho, Ábalos ya dejó claro en la tribuna de oradores que acuerdos puntuales con Podemos habrá, pero no quiso comprometer el "sí" de su partido a otra moción de censura en otoño, por más que la propuesta haya venido del sector más blando de la coalición de izquierdas, Compromis, por boca de su diputado Joan Baldoví.
Pablo Iglesias es el más interesado en airear ese supuesto plan para mantener así viva la llama de una alianza de izquierdas para "echar a Rajoy", de forma que pueda seguir liderando virtualmente la oposición parlamentaria; justo lo que no quiere Pedro Sánchez.