El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha cargado este viernes contra el presidente de la Generalitat, Quim Torra, por "banalizar" y "frivolizar" con la violencia. No obstante, ha insistido en responder con "moderación" con el fin de "calmar los ánimos" y ha rechazado la adopción de medidas extraordinarias alegando que para ello debe haber una "legitimidad social" y que la ciudadanía entienda cuando se aplican.
Por otro lado, el Consejo de Ministros ha decidido también este viernes recurrir ante el Tribunal Constitucional (TC) el Plan de Acción Exterior aprobado por la Generalitat de Cataluña en junio al considerarlo inconstitucional y tras haberse negado el Ejecutivo de Quim Torra a cambiar el contenido, como le ha había pedido el Gobierno para evitar tener que acudir a los tribunales.
La ministra portavoz, Isabel Celaá, ha explicado tras el Consejo de Ministros que la Generalitat se excede en sus competencias y menoscaba las del Estado, pero ha subrayado la importancia del "contexto" en el que se ha aprobado este plan, un proceso independentista "que pretende el desprestigio de la imagen internacional de España" y que se traduce en "una diversidad de actuaciones" del propio Torra, de sus consejeros y de las delegaciones de Cataluña en el exterior.
Torra, "cada vez más radical"
Pedro Sánchez, que ha asistido en Bruselas al Consejo Europeo, se ha referido expresamente a las afirmaciones que realizó ayer Torra -del que ha dicho que "cada vez es más radical"- ante el Parlamento de Cataluña, cuando apostó por "poner las urnas" y planteó por llegar a la autodeterminación en esta Legislatura.
En este sentido, el jefe del Ejecutivo en funciones ha recordado al presidente catalán lo que dice la sentencia del Tribunal Supremo sobre la autodeterminación y "los límites a lo que plantea" Torra. Y le ha advertido de que no puede repetir el camino que "ha llenado de frustración, fracaso y fractura a la sociedad catalana".
Pedro Sánchez se ha mostrado dispuesto a abrir una nueva etapa, pero ha exigido al presidente de la Generalitat que reconozca a la otra parte de la sociedad catalana, que "no es un solo pueblo sino muchos pueblos", donde los independentistas no son mayoría.
En este sentido, el presidente en funciones ha reconocido que los soberanistas pueden tener una mayoría parlamentaria, pero ha dejado claro que "no la tienen social". Por ello, ha instado al jefe del Ejecutivo catalán a aspirar a ser presidente de todos en lugar de ser "cada vez más radical" y "banalizar la violencia", frivolizar con ella, minusvalorar los efectos graves, no solo sobre la economía, sino también sobre la convivencia en Cataluña.
Tras estas acusaciones, Pedro Sánchez ha advertido de que ante la "banalización" de la violencia el Estado aplicará la Legislación para garantizar la "tranquilidad, la seguridad y la convivencia en Cataluña".
El Gobierno no detalla medidas concretas
No obstante, el jefe del Ejecutivo en funciones no ha desvelado en qué consistirá esa aplicación de la Legislación. Se ha limitado a defender su postura de "firmeza, proporcionalidad y moderación" porque considera que ésta última es su "fortaleza" y contribuye a "calmar los ánimos" y a "reconducir las situaciones".
Ha insistido, eso sí, en la advertencia realizada por el Ministro del Interior de que quienes cometen una ilegalidad responderán por ello "más pronto que tarde". "Que nadie tenga la menor duda: no habrá espacio de impunidad para los actos vandálicos que hemos visto estos días".
Pedro Sánchez ha vuelto a reiterar que cualquier decisión que se pueda tomar está prevista con el fin de garantizar la convivencia y ha vuelto a apalear a la unidad de acción de los distintos partidos políticos. Para ello, ha recordado que les citó esta semana en Moncloa con el fin de explicarles los "distintos escenarios y las respuestas que se pueden dar".
Y tras insistir en la proporcionalidad, ha recordado que el Estado cuenta con la legitimidad democrática de las leyes y de la propia doctrina del TC, que dicen "cuándo se pueden aplicar las medidas extraordinarias, la Ley de Seguridad Nacional o el 155".
No obstante, Pedro Sánchez ha rechazado la aplicación por el momento de medidas extraordinarias. En su opinión, "lo importante es que haya una legitimidad social, que la ciudadanía entienda cuándo se aplican esas medidas extraordinarias". Pero ahora, considera que es el momento de la moderación y la ponderación de las medidas para contribuir a calmar los ánimos.