Solo ha pasado un año y medio desde que Pedro Sánchez, por entonces recién aterrizado en La Moncloa tras una moción de censura contra Mariano Rajoy, decidió sacar el departamento de Universidades del Ministerio de Educación y vincularlo al de Ciencia e Innovación.
Lo hizo siguiendo la estela del también socialista José Luis Rodríguez Zapatero y fichó a Pedro Duque como ministro encargado de pilotar la nave. La unión entre Ciencia y Universidades con un astronauta al frente se convirtió en otro de los símbolos de su Gobierno.
La decisión fue aplaudida por gran parte del profesorado universitario y de los rectores. Sin embargo, la consolidación del ministerio anunciado a bombo y platillo ha terminado volando por los aires durante las negociaciones entre PSOE y Unidas Podemos de cara a formar el nuevo Ejecutivo. Científicos y profesores rechazan lo que consideran un giro de 180 grados.
Según ha podido saber Vozpópuli varias asociaciones del ámbito académico y científico emitirán un comunicado este viernes para mostrar su desacuerdo con la idea de volver a dividir en dos el ministerio.
Iglesias ha sido uno de los mejores parados de las elecciones generales del pasado 10-N. En el nuevo Gobierno de coalición, la formación morada contará con una vicepresidencia y cuatro ministerios. Solo así Sánchez se aseguraba su permanencia en el poder.
Fuera del paraguas de Ciencia... Y de Duque
Y decidió que ya no era esencial ni necesario que Universidades estuviese bajo el paraguas de Ciencia y que este departamento era uno de los más prescindibles para el PSOE entre las 17 carteras de las que dispusieron en la pasada legislatura. Antes de ceder Transición Ecológica, Sanidad o Agricultura, era mejor ceder Universidades.
La noticia ha caído como un jarro de agua fría entre rectores, científicos y profesorado. No tanto porque pase a ser una cartera morada, sino por la condición de 'quita y pon' que Sánchez parece atribuir a su departamento. El nuevo propósito de la coalición en torno a Universidades parece más encaminado a contentar a los 'comunes' de Ada Colau que a los propios rectores y profesores.
El futuro ministro será, a propuesta de la alcaldesa de Barcelona, el sociólogo y economista Manuel Castells, un académico de proyección internacional y especializado en la sociedad de la información.
Durante 24 años impartió clases en la Universidad de Berkeley, es catedrático de Sociología en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y cuenta en su hemeroteca con varios artículos polémicos en torno al movimiento independentista, la violencia en las calles de Barcelona y sobre Albert Rivera, al que describió como "instigador de una represión desmesurada".
Una iniciativa promovida por Zapatero con Garmendia
En este contexto, y más allá de su pensamiento político y de su reconocimiento como sociólogo a nivel mundial, Universidades saldrá del Ministerio de Ciencia en contra de la línea marcada por el Pedro Sánchez de finales de 2018.
Por aquel entonces el líder del PSOE aplaudía la iniciativa puesta en marcha por José Luis Rodríguez Zapatero, que incluyó las universidades en el perímetro del Ministerio de Ciencia con la entonces ministra Cristina Garmendia, una apuesta que ha sido celebrada por diversos agentes de la Educación Superior y que Sánchez se empeñó en replicar.
Un ministerio dedicado solamente a Ciencia y Universidades serviría para dinamizar la investigación. Por otro lado, el fichaje de Duque fue entendido por gran parte del sector como un guiño al sector empresarial. ¿Qué empresa o fundación rechazaría invertir en un proyecto universitario propuesto por el astronauta Pedro Duque?
Los fines que justificaron la unión de Universidades y Ciencia con un astronauta y posible lobista al frente ahora parecen haberse evaporado. Los intereses actuales han cambiado y hay que poner en marcha una coalición que deje al menor número de ministros de Sánchez fuera y sume a los de Podemos.
Anomalía en otros países de la UE
En los países nórdicos los gobiernos fusionan en un sólo departamento áreas de amplias competencias como educación e investigación (Suecia) o ciencia y cultura (Finlandia). En Alemania, Austria, Francia, Italia o Portugal las políticas gubernamentales de educación e investigación también van unidas.
Desde CRUE universidades han vuelto a rescatar su reivindicación por excelencia en tiempos de formación de Gobierno: "Universidad, Ciencia e Innovación deben formar parte de un mismo Ministerio"
"Estamos convencidos de que un interlocutor dedicado en exclusiva a esos ámbitos garantizaría una mejor coordinación con otros Departamentos de cara a la elaboración de cualquier normativa que afecte al Sistema Universitario Español", aseguran los rectores.
En cualquier caso, dicen, si se divide el Ministerio, esperamos que en el equipo del Ministerio de Ciencia haya también personas procedentes de la Universidad para agilizar la imprescindible comunicación entre ambos departamentos.
"Lo contrario sería ignorar al 70% del Sistema de Ciencia y Tecnología que representan las Universidades. El nombre concreto de las personas que ocupen ambas carteras es algo en lo que CRUE Universidades Españolas no tiene, a priori, nada que opinar", concluyen.
