La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, acusó hoy a las CUP de "acosar las sedes" de los partidos no independentistas en Cataluña, en una "dinámica" que han entrado los partidos independentistas, PDCat, ERC y las CUP; "que tiene muy poca cabida en una democracia".
Sáenz de Santamaría ha realizado estas consideraciones en un discurso ante los diputados y senadores del Grupo Popular, abierto a los medios de comunicación, en el transcurso del cual ha hecho un repaso de la mejora económica que ha experimentado España en los últimos tres años.
La ' número dos' del gabinete ha insistido en que el referéndum independentista en Cataluña previsto para el uno de octubre "no se va a celebrar", y ha denunciado que la Generalitat "ha perdido completamente la neutralidad institucional". A su juicio, como tienen "miedo" a las consecuencias penales, derivadas de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el 9-N, en las que pudieran incurrir por la celebración de este nuevo referéndum, Carles Puigdemont y los partidos independentistas no quieren firmar nada.
Pretendían, añadió, presionar a los funcionarios e interventores municipales para que organizaran ellos la consulta ilegal, y cuando les han dicho que no, ahora van a por los alcaldes.
Respecto a los funcionarios, la vicepresidenta del Gobierno ha pedido explícitamente a Puigdemont "que no someta a los empleados públicos a ningún tipo de decisión que les pueda suponer intranquilidad".
Por otro lado, Soraya Sáenz de Santamaría se ha referido al rechazo de algunos ayuntamientos gobernados por Podemos y el PSOE a sumarse al homenaje a Miguel Ängel Blanco, concejal asesinado por ETA hace veinte años, para advertir que no puede haber "equidistancia" contra el terrorismo y cuando de lo que se trata es de un "simbolo de todos".
"Hay gente que no tiene sensibilidad, tendrá que explicárselo a su conciencia", ha llegado a señalar la vicepresidenta del Gobierno en referencia a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que se ha negado a descolgar una pancarta con la imagen de Blanco en la fachada del ayuntamiento capitalino