Importante giro de guión. El encuentro entre el ministro de transportes, José Luis Ábalos, y la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, fue orquestado por el régimen venezolano para poner en un apuro a Pedro Sánchez, según sostienen a Vozpópuli sectores opositores a Nicolás Maduro activos en Venezuela y España. Fue una "provocación" de Maduro, dicen. Una "trampa" a Pedro Sánchez con un trasfondo político, con respecto al reconocimiento de Juan Guaidó y la financiación de Podemos, y también económico, vinculado a los intereses comerciales españoles en Venezuela, sobre todo en el ámbito del petróleo.
Maduro quiso desviar la atención de la visita oficial de Guaidó a España, y que se visibilizaran las diferencias entre Sánchez y Podemos, considerado el eje filochavista del Ejecutivo (Sánchez evitó citarse personalmente con Guaidó). La segunda clave es la económica, vinculada al sector del petróleo, donde Maduro trabaja, según Bloomberg, en la semiprivatización del sector petrolero.
Venezuela es el país con más reservas a nivel mundial, con 360.000 barriles frente a los 269.000 de Arabia Saudí, el segundo. El giro privatizador de Maduro hacia el oro negro tendría la función de revertir la mala situación económica del país, y de paso evitar el colapso del régimen.
Esa posibilidad preocupa a los que luchan por la construcción de una democracia en Venezuela, y en ese contexto los opositores a Maduro creen que el Gobierno chavista está jugando sus cartas. Sobre todo para aprovechar el papel de España ante las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, que están desalentando a las empresas a invertir en Venezuela.
Repsol, Rosneft y Eni
“La pista del petróleo no se puede descartar”, aseguran desde la oposición a Maduro para hablar del encuentro entre Ábalos y Delcy Rodríguez. Sino todo lo contrario, si se piensa que representantes de Maduro han mantenido conversaciones con la rusa Rosneft PJSC, Repsol SA de España y Eni SpA de Italia, según señala Bloomberg.
“La idea es permitirles hacerse cargo de las propiedades petroleras controladas por el Gobierno y reestructurar parte de la deuda de la compañía estatal, Petróleos de Venezuela SA, a cambio de activos, según personas con conocimiento del tema”, afirma la agencia.
Las fuentes consultadas descartan por otro lado que el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, contrario al reconocimiento de Guaidó como presidente encargado de Venezuela, haya colaborado en la llegada de Delcy Rodríguez. Reducen esa posibilidad a una “especulación” sobre la cual afirman no tener información. Entorno de Iglesias, por su parte, niega estar involucrado en el desembarco repentino de la vicepresidente de Venezuela. Y fuentes de Podemos añaden: "Maduro quiere hablar con Sánchez, no con Iglesias".
Servicios secretos cubanos
Ante las presiones económicas y los intereses en juego, la visita de Delcy Rodríguez fue una “provocación” del régimen venezolano, sostienen fuentes relevantes del grupo de opositores a Maduro. Una “trampa” en la que cayeron tanto Sánchez como Ábalos, organizada por Maduro y los servicios secretos cubanos “que no son idiotas”, explica un alto cargo del grupo de opositores.
La oposición venezolana contempla, por otro lado, que el PSOE mantenga contactos con Maduro para obtener datos sensibles sobre Podemos en una estrategia de intercambio de favores. Se trata de un esquema que preocupa a Podemos, tal y como publicó en exclusiva Vozpópuli, porque ofrecería a Sánchez arsenal mediático para dinamitar la coalición en el que momento que lo desee.
Aunque Sánchez también puede exponerse al peligro del chantaje de Maduro, concretamente en el ámbito comercial y del petróleo, donde existen intereses por parte de empresas españoles. Por ejemplo, amenazando con frenar contratos con empresas españolas.
Papel clave de España en la UE
La oposición a Maduro recuerda el papel clave de España como puente de la UE hacia Venezuela. De ahí que los opositores, aunque desean un incremento de las inversiones extranjeras a Venezuela, temen que si se desbloquean muchos fondos Maduro tenga más fácil seguir en el poder. “Por suerte de momento la línea del Gobierno de España con respecto a Venezuela no ha cambiado”, matizan las fuentes consultadas.
Miembros del Gobierno del PSOE y del Ministerio de Exteriores han recalcado en las reuniones con los representantes de Guaidó que España sigue apostando por la celebración de "elecciones libres". Sin embargo, nadie en el Gobierno ha aclarado si se refiere a elecciones parlamentarias o presidenciales: otro asunto fundamental para el futuro político de Venezuela.