Elías Bendondo es el jefe del equipo negociador del PP en Andalucía. Presidente de la diputación de Málaga, portavoz del PP regional, ha sido hombre de confianza de Javier Arenas y firme impulsor de Sáenz de Santamaría en las primarias del pasado verano. Bendondo es el referente imprescindible del PP en Andalucía. Era el mentor de Juan Manuel Moreno y ahora se ha convertido en su mano derecha, en el brazo ejecutor de su estrategia.
Bendondo es un hábil negociador, como se ha demostrado en las arduas conversaciones con el partido naranja para extraer a Susana Díaz del Gobierno de la Junta. Es el cerebro del primero de los tres anillos del aparato negociador del PP. Mano a mano con Marta Bosquet, de Ciudadanos, este es el círculo técnico, el zapador, el del trabajo duro, coordinado por Moreno Bonilla y Juan Marín, los presidentes regionales de ambas formaciones. El segundo círculo es el de los secretarios generales, Teodoro García Egea y José Manuel Villegas, que pusieron en marcha la máquina de la negociación y la han seguido luego en la distancia. El último círculo corresponde a Pablo Casado y Albert Rivera, que apenas han intervenido en este proceso. Los presidentes tan sólo aparecerán en el momento de rubricar el pacto.
El estilo del diálogo
Bendondo, al igual que Moreno, sintonizan con el estilo sutil y envolvente de Sáenz de Santamaría. La célebre "operación diálogo" de Cataluña, marchita y fracasada, ha impregnado algunas fases de las conversaciones andaluzas. Lo opuesto al estilo de Gacía Egea, rotundo y directo, como un puñetazo de Tyson. Dos fórmulas, dos maneras de negociar. Se vio desde el minuto uno, al surgir el asunto de Canal Sur. "Prefiero no tener Canal Sur a tener endoscopios en los hospitales de Almería", dijo Teo García, mano derecha de Casado. Saltó raudo Bendondo, en la línea contraria: "Para cerrar Canal Sur habría que reformar el Estatuto". Es decir, vamos a llevarnos bien. No es preciso arrasar con todo lo que ha hecho Susana.
Mano dura
Génova ha sechado a andar y ha sobrevolado el proceso, pero han sido Moreno Bonilla y, en especial, Bendondo, los encargados de concretarlo. Paso a paso. La mano firme del 'nuevo PP' aparecía tamizada del 'sorayismo' de los dirigentes andaluces. Una fórmula que funciona, según los protagonistas.
Casado deja hacer. Bendondo reclutó a tres estrechos colaboradores para formar el task force negociador. Patricia del Pozo, Ana Mestre y Pablo Venzal, tres 'sorayistas', tres fieles a Moreno que quedaron desplazados en la confección de las listas autonómicas en las elecciones del 2-D.
Bendondo, antiguo concejal en Málaga, actual presidente de la Diputación de la provincia, enfrentado políticamente al alcalde de la ciudad, el histórico Paco de la Torre, aparece ahora en las listas para formar parte del futuro Gobierno de coalición andaluz. Moreno lo quiere junto a él y así lo ha dicho en numerosas ocasiones. "No se sabe quién manda, si Juanma o Elías", dicen en el partido.
Parecía que etapa del 'sorayismo' se había esfumado. Que el 'arenismo' estaba sepultado. La carambola de Vox ha relanzado a quienes ya se daba por finiquitados. El 'sorayismo' ha vuelto. Supuestamente leal con Casado, se insiste. Pero con otro planteamiento y diferente perspectiva. "A su manera".