“Pablo Casado todavía no ha llegado al despacho y ya ha amenazado a Andalucía con quitarle 350 millones de euros, ha dicho esta tarde Susana Díaz a la salida de su reunión con el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
“Es el PP en estado puro y yo espero que recapaciten porque ese dinero va a financiar escuelas y hospitales. Si queremos España, cuidemos a España”, ha añadido en alusión a la exhibición de bandera e himno en el congreso de los populares el pasado sábado.
En rueda de prensa en La Moncloa ha explicado que su comunidad necesita “oxígeno” financiero con urgencia, una vez que no va a haber un nuevo sistema de financiación autonómica; y esos 350 millones mas que Andalucía recibirá en caso de que se apruebe el nuevo objetivo de déficit -El PP lo va a vetar en el Senado-, junto con otros 150 de anticipo a cuenta, en total 500 millones, son imprescindibles.
Por eso ha pedido al nuevo presidente del PP, Casado, que “no se suba al monte” porque de eso no van a sacar nada bueno ni el PP ni España.
La Susana Díaz que ha visitado este lunes a Pedro Sánchez en La Moncloa no tiene nada que ver con esa baronesa del PSOE que no paraba de poner en apuros al secretario general con cualquier excusa. Es más, ha dicho que “en dos meses Pedro ha hecho más por Andalucía que Rajoy en tres años”.
La presidenta andaluza, en vísperas de convocar elecciones autonómicas para otoño, sabe que tener La Moncloa es un valor añadido para reeditar la victoria y hoy se ha esmerado en aparecer no solo sonriente sino obsequiosa con quien ha sido su rival interno más encarnizado.
Puntual, a mediodía, el Presidente del Gobierno la esperaba en la escalinata del edificio del Consejo de Ministros y ella le ha plantado cuatro besos en dos ‘posados’ diferentes para los informadores gráficos.
No ha habido choque ni siquiera en la negativa de Sánchez a aprobar en esta legislatura el nuevo sistema de financiación.
Simplemente ha dicho que está convencida de que no va a haber negociación bilateral con Cataluña. Y respecto a lo ocurrido con el PDeCAT ayer, “es una vuelta de tuerca más de Puigdemont en su embrollo”.
