Apenas queda nada del "Susana tiene más madera de líder", que decía ufano José Luis Rodríguez Zapatero una semana antes del multitudinario mitin en Madrid el 27 de marzo; una auténtica puesta de largo de la candidatura de la presidenta andaluza a la Secretaría General del PSOE pensada para epatar a su entonces amenazante rival, Pedro Sánchez. Seis meses y una derrota después, ella ha enfriado una relación que llegó a ser políticamente muy estrecha, comentan a Vozpópuli diversas fuentes.
Junto a los 7.000 militantes que acudieron desde toda España a aquel mitin estaban para arroparla los Zapatero, Felipe González, Alfonso Guerra, Alfredo Pérez Rubalcaba y los que un día fueron algo en ese partido. En primera fila. La apoyaban por su valía, sí, pero sobre todo porque pensaban: "Pedro no puede volver. Destrozaría al PSOE".
Le consideran un "socioliberal" que ahora ha dejado por oportunismo la corbata para vestirse chaquetas casual simplemente porque los sociólogos de cabecera le han dicho que así robará más votos a Podemos, pero que se la volverá a poner "cuando le convenga".
El único de todos ellos que no verbalizaba el liderazgo de la presidenta andaluza al frente del PSOE simplemente como un descarte de su rival era Zapatero. Fiel a su trayectoria enamoradiza en política -antes le pasó con Leire Pajín y luego con Eduardo Madina-, siempre iba un paso más allá en sus loas a "Susana". Se dejó premiar y agasajar por la Junta de Andalucía y no perdió nunca la ocasión de fotografiarse con la mandataria andaluza para, de paso, lanzarle alguna pulla a Sánchez, a quien entonces odiaba por haber puesto en cuestión su legado.
La presidenta andaluza respira por la herida de la recién estrenada relación de Zapatero con Pedro Sánchez; cree que el expresidente la ha traicionado después de apoyarla más que nadie
Pues bien, ganó quien ganó, y Díaz y la vieja guardia se han sumido en un silencio estratégico proporcional a la contundente derrota -ella solo ganó en Andalucía-... todos, menos Zapatero. Al principio remoloneó el expresidente bastante a los acercamientos de Sánchez, pero enseguida claudicó. No es que le dirija grandes elogios, pero sí que está procurando restablecer relaciones. Este domingo va a apoyar a Miquel Iceta y compartirá cartel con el secretario general, que sigue sin recuperar la relación con Felipe González, Alfonso Guerra y casi todos los que estuvieron en el macromitin de IFEMA.
Algunos de los que hablan con la presidenta andaluza señalan que hoy se refiere a Zapatero con cierto desdén e ironía. Estas fuentes creen que, básicamente, lo que pasa es que "Zapatero necesita reivindicar su figura en la historia, y para eso necesita al PSOE; y, a su vez, Pedro le necesita para no ser un dirigente enfrentado a todo lo anterior".
De hecho, aunque el enfrentamiento más sonoro lo ha tenido con Alfonso Guerra, cuando le quitó la presidencia de la Fundación Pablo Iglesias, lo cierto es que Pedro Sánchez tampoco ha logrado restablecer su conexión con Felipe González ni con Alfredo Pérez Rubalcaba.