Nada más perder las primarias, Susana Díaz aseguró que dejaría manos libres al nuevo secretario general, Pedro Sánchez, para que organizara el equipo que quisiera y así se lo trasladó incluso en la conversación que tuvieron días después, en la que ni él le ofreció nada ni ella le planteó ninguna petición. Y éste será el talante que llevará también al 39 Congreso que comenzará mañana en Madrid: no tiene intención de plantar ninguna batalla por el proyecto político. Tampoco, según aseguran a este periódico fuentes próximas a la presidenta, contra el reconocimiento del carácter plurinacional que el líder del partido quiere incluir en el documento que se someterá a la votación de los 1.035 delegados.
Según estas fuentes, la líder del PSOE andaluz y los delegados de su federación no irán en contra de la propuesta del secretario general, que, recuerda, ya matizó respecto a su proyecto inicial. Cuando presentó sus enmiendas a la ponencia marco del 39 Congreso --el documento base es el que preparó la Gestora--, el equipo de Pedro Sánchez aclaró que su propuesta es que la plurinacionalidad del Estado se reconozca en el Título VIII de la Constitución española, que habla de la organización territorial, y no supondrá tocar el artículo 2, que habla de la indisoluble unidad de la nación española.
Pero, a rasgos generales, el PSOE andaluz cree que el partido puede estar "prácticamente de acuerdo" en el dictamen que han estado negociando en las últimas semanas el equipo de Pedro Sánchez y la Gestora, en el que se incorporan las enmiendas del secretario general, aunque con algunos cambios. Aunque en el caso de la plurinacionalidad del Estado se mantiene tal cual la planteó el secretario general en su último documento.
En cambio, sí hay algunas matizaciones que pueden allanar los debates. En particular, el equipo de Pedro Sánchez ha renunciado a criticar la abstención en la investidura de Mariano Rajoy. Cuestiona el modo en que se gestionó la crisis de gobernación derivada de las dos últimas elecciones generales, pero elimina el párrafo en el que decía que "el PSOE al final se limitó a dejar el camino expedito al PP, en unos momentos en los que los españoles están especialmente sensibilizados ante las regresiones sociales y laborales y los escándalos de corrupción que azotan al PP".
También modifican el relato de la caída electoral del PSOE. Si la Gestora ponía el acento en que el partido encadenó en 2015 y 2016 "los dos peores resultados" de su historia, Pedro Sánchez situó el inicio de esa pérdida de apoyos en los comicios de 2011. Ahora, la propuesta consensuada se limita a señalar que el PSOE "ha seguido una pauta electoral de declive".