El presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), José Félix Tezanos, ha avisado este martes de que, en el caso de que hubiera que repetir las elecciones generales por falta de acuerdo para una investidura, habría "voto de castigo" para aquellas formaciones que no hubieran facilitado la elección del candidato del PSOE, Pedro Sánchez.
Así lo ha señalado Tezanos en un desayuno informativo organizado por el Nueva Economía Fórum en la que ha dejado claro que no tiene datos concretos para saber cómo reaccionaría electorado ante "una hipótesis tan indeseable" como la de unas segundas elecciones.
Eso sí, se ha mostrado convencido de que esta situación generaría "frustración" entre los ciudadanos y, por eso, augura que habría "voto de castigo" para quienes "menos hubieran favorecido" la designación del jefe del Ejecutivo.
Estabilidad necesaria
Desde su punto de vista, España "necesita un periodo de estabilidad" y la ciudadanía se merece "un poco de descanso" tras los "insultos" y la "agresividad" que, ha denunciado, ha reinado en la política en los últimos meses. En este sentido, ha recalcado que es obligado "buscan entendimientos razonables" que eviten una nueva convocatoria electoral.
Durante su intervención, Tezanos ha abogado por "relativizar las encuestas" acogiéndolas con "especial cautela", sobre todo teniendo en cuenta que se han producido "cierto deterioro" en la forma de hacerlas, lo que "con frecuencia da lugar a errores políticos de gran envergadura".
En este contexto, ha recomendado a los políticos que las interpreten como la "foto fija" que son, pero que no hagan "seguidismo" de las mismas y convoquen o no elecciones en función de sus resultados porque se pueden llevar sorpresas como ocurrió, por ejemplo con el referéndum sobre el Brexit.
Respecto al sondeo preelectoral del CIS sobre las generales, ha explicado que se aplicó un método con hasta 108 variables para someter las respuestas de los encuestados a "pruebas de consistencia", pero también ha apuntado, con cierta ironía, que hubo "algo de azar" que ayudó a que la encuesta acertara. "Eso fue una compensación para muchos de los insultos que había recibido", ha deslizado.
300.000 euros por estudio
Por lo demás, ha insistido en que a partir de 2015 se empezaron ha detectar fallos en los pronósticos de los estudios electorales por la aparición de nuevos partidos y porque el electorado cada vez es "más volátil" y decide su voto más tarde. "Algunos pretenden estimar el voto de alguien que todavía no ha decidido a quien vota", ha expuesto.
También ha defendido que no es un "despilfarro" hacer "encuestas bien hechas" porque tienen "la ventaja de que proporcionan información fiable". Las del CIS, ha admitido, "cuestan bastante dinero", unos 300.000 euros cada estudio frente a los 2.000 de las privadas, entre otras cosas porque sus muestras son mayores. Rondan las 3.000 entrevistas, pero, según ha dicho, a lo mejor conviene ampliarlas.
Ahora el CIS está terminando su encuesta poselectoral sobre las generales y la publicará en cuanto esté lista. También está realizando un estudio específico sobre violencia de género que le ha encargado el Ministerio de Igualdad.