Las cargas de los Mossos d'Esquadra contra los CDR en Gerona y Tarrasa durante las contramanifestaciones contra Vox podrían generar consecuencias en la cúpula el cuerpo policial. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha dado cuatro días a su consejero de Interior, Miquel Buch, para que haga cambios en su departamento y entre los dirigentes de la policía autonómica. Si no lo hace Buch, lo hará el propio presidente.
El consejero ha admitido esta mañana en el programa 'El Món a RAC1' que hay imágenes que demuestran que algún agente se propasó en el tratamiento de los antifascistas que querían interrumpir un acto del partido ultra Vox. “Hay imágenes que no corresponden a los principios de proporcionalidad que marca la ley. Las revisaremos y si alguien se extralimitó tomaremos las medidas correspondientes”, ha afirmado.
"Lo que hicieron los Mossos fue evitar cualquier enfrentamiento físico entre personas", ha dicho Buch, defendiendo así a sus hombres. El consejero ha criticado a quienes afirman que la policía catalana ha adquirido tintes políticos, y ha dicho que si hubiesen sido los de Vox los que se saltaron el cordón policial se habría cargado de igual forma contra ellos.
"La policía tuvo que usar la fuerza"
“Ayer nos encontramos con una manifestación en Gerona y una antimanifestación que pretendía violentamente atacar los cordones policiales para enfrentarse. La policía tuvo que usar la fuerza para evitar la confrontación”, ha detallado Buch en relación al acto del colectivo Borbonia, con el apoyo de VOX, que pretendieron boicotear grupos antifascistas.
Buch ha dicho en la entrevista que su departamento abrirá una investigación por la actuación policial, en la que hubo 19 heridos, entre los que se encuentra una diputada de la CUP, María Sirvent, y varios agentes. La manifestación de los CDR se saldaron con tres detenciones.