El Gobierno de Quim Torra ultima su plan de reabrir sus 'embajadas'. Durante la aplicación del artículo 155, tan sólo la legación comercial de Bruselas prosiguió con su actividad a un ritmo prácticamente normal, salvo no se permitía llevar a cabo actos políticos. Tras la llegada del PSOE al Gobierno, y una vez decaída la intervención de las instituciones catalanas por parte del Gobierno central, el ejecutivo secesionista ha impulsado la puesta en marcha de sus 'legaciones diplomáticas'. Ernest Margall, consejero de Exteriores, acude este miércoles a Berlín para presidir este acto que supone el primer paso en la ofensiva de Carles Puigdemont de recuperar las 'voces de la República' a nivel internacional.
Vendrá luego las de Irlanda, Reino Unido, Alemania, Nueva York, Italia y Suiza, todas ellas clausuradas durante el periodo en el que el 155 estuvo vigente. Elsa Artadi, la portavoz del 'Govern' ha respondido a quienes reprochan la falsaria imagen de España que estas oficinas trasladan hacia el exterior, que "quien la ha dañado han sido las mil imágenes del 1-O que pudo ver todo el mundo y que el minisitro Dastis, anterior titular de Exteriores, quiso silenciar".
Josep Borrell, actual jefe de la diplomacia española, ha insistido en que los servicios jurídicos de su departamento están trabajando para presentar un recurso contra esta reapertura, algo que ya anunció a finales del pasado mes de agosto. "La decisión está tomada y estamos trabajando para hacer las cosas bien", ha señalado para justificar la lentitud del Gobierno en este punto.
La Generalitat no ha cumplido con los procedimientos legales en vigor a la hora de llevar a cabo esta reapertura. Debería haberlo comunicado en tiempo y forma al Gobierno y no lo ha hecho así. Un punto que desde la parte catalana se desmiente ya que aseguran que Borrell estaba perfectamente enterado de sus planes.
Ni plenos ni debates
Las embajadas vuelven a funcionar mientras el Parlament sigue cerrado. Tan sólo funcionan algunas comisiones. La Mesa de la Cámara en su reunión de este lunes no fue capaz de llegar a un acuerdo para desatascar el conflicto entre las dos fuerzas secesionistas. PDeCAT y ERC mantienen posiciones opuestas sobre qué hacer con los diputados suspendidos en sus funciones por el magistrado Pablo Llarena. El problema es qué hacer con Puigdemont. El PDeCAT pretende un trato especial para el expresidente fugitivo en tanto que ERC es partidaria de sustituirlo por diputados efectivos a fin de que la Cámara pueda celebrar el pleno previsto para los días 2 y 3 de octubre.
Cuatro meses llevan ya los catalanes con el Parlamento cerrado. Los diputados siguen cobrando sus sueldos sin acudir al Hemiciclo ni desarrollar actividad alguna, salvo aquellos que integran la Mesa. El presidente de la institución, Roger Torrent, no es capaz de logar un acuerdo entre las dos formaciones separatistas. En la reunión de la Mesa celebrada este lunes se ha decidido que, para que las comisiones puedan reanudar sus actividades, en caso de empate se aplique un voto ponderado, es decir, que la mayoría caiga a favor de los separatistas. Tanto PSC como Cs han puesto el grito en el cielo por considerar que esta triquiñuela es ilegal, ilegítima y amordaza a las fuerzas de la oposición.
Recurso ante el Constitucional
José María Espejo, de la formación naranja, ha denunciado que esta medida supone "incumplir y desobedecer una orden judicial expresa" por lo que ha anunciado que, de seguir Torrent adelante con este empeño, presentarán un recurso ante el Constitucional e incluso se plantean acudir a la vía penal si no se suspende esta decisión. El PSC, siempre contemporizador, sugiere que, mientas no se decide qué hacer con los diputados suspendidos, la vía más adecuada es suspender las votaciones de las comisiones en las que se produzca un empate, algo que puede ocurrir con frecuencia ya que sin estos diputados presos o prófugos la mayoría de los secesionistas en la Cámara no está asegurada.
"Cuatro meses sin un Parlamento en condiciones, con la Cámara bloqueada nos acerca a países predemocráticos o directamente, totalitarios", señalaba un diputado de Ciudadanos, que considera que el papel de Torrent en toda esta historia es irrelevante, de mero adorno, "un comparsa de los dictados de Puigdemont".