Política

De la Torre explica su portazo a Rivera: "No pintaba nada en Ciudadanos"

El exdirigente naranja lamenta la polémica por la reacción del partido tras la muerte de su padre y no le sorprende la dura reacción de Rivera. Critica que la estrategia económica de Cs se limite a una "campaña de anti-impuestos" y que la ley naranja de fomento de la natalidad cueste 8.000 millones de euros

  • Entrevista con Francisco de la Torre

El economista Francisco de la Torre (1972, Madrid) ha roto todos sus vínculos con Ciudadanos. El que fuera uno de los fichajes estrella de Albert Rivera en las elecciones generales de 2015 abandona la política para reingresar en el cuerpo de inspectores de Hacienda. A finales de julio dejó sus cargos en el partido y el jueves renunció a su escaño de diputado. Horas más tarde comunicó al partido su baja como afiliado y cree llegado el momento de explicar los motivos de su sonada marcha.

¿Cómo reacciona ante las palabras de ayer de Albert Rivera en las que le critica por utilizar la muerte de su padre contra el partido?

Lamento profundamente haber hecho esta alusión personal. Lo que quería explicar es que no he hablado ni personalmente ni por teléfono con Albert Rivera, que era mi jefe, la persona que me fichó para Ciudadanos, el presidente de mi antiguo partido, desde principios de junio y pese a todas las cosas que han pasado en Ciudadanos desde ese momento hasta ahora.

¿Cómo fue la reacción de sus compañeros de partido en aquel día tan difícil para usted?

En fin, comprendo que es una situación muy compleja y muy dramática. Pues bien, hubo de todo. Agradezco la solidaridad y el acompañamiento de los compañeros que, en esas circunstancias al haber dimitido de la Ejecutiva un día antes, me llamaron y me mandaron mensajes.

La afiliación al partido era el último eslabón que le quedaba y ayer se supo que también se dio de baja.

Me dí de baja el jueves por la tarde por el procedimiento estándar en la página web del partido. Por la mañana había presentado mi renuncia a mi condición de diputado y, en ese momento, decidí que realmente no pintaba nada en Ciudadanos y no tenía mucho sentido cuando discrepaba de la línea política. Además, ya había anunciado que abandonaba la vida política.

¿Le ha sorprendido la dureza de las palabras de Rivera?

(Silencio) Sinceramente, no.

Su dimisión de los cargos en Cs sorprendió porque un mes antes había apoyado a Rivera y a buena parte de la dirección en el pulso que lanzaron los críticos.

Consideraba que no era el momento porque ese mismo día había dimitido Toni Roldán. Por tanto, pensaba que no era el momento de escenificar una ruptura de la Ejecutiva y en esas condiciones, si el presidente (Rivera) pide apoyo, pues entendí que debía apoyarle. Pensé que esa situación era modificable y que a partir de ahí se iba a intentar hacer política. No creo que la única alternativa sea el 'no es no' a Sánchez y el darle gratis la presidencia del Gobierno. Se puede intentar condicionar la actividad del Gobierno o alternativamente se puede intentar también buscar que se abstengan PP o Cs... en fin, hay muchas alternativas en política y no se tomó ninguna de ella. Entonces, en esas condiciones, estoy viendo que esto se estaba fosilizando y que no había posibilidades de hacer política. Yo pensé que iba a ocurrir lo mismo que pasó en 2016, que se empezó con el 'Rajoy, de entrada no' y acabamos votando a Rajoy como presidente del Gobierno y dándole a España dos presupuestos, uno de ellos el que está en vigor, y estabilidad durante dos años y medio.

La dirección subraya que siempre apoyó el 'no es no' a Sánchez, tanto en febrero como en junio. 

En junio voté esto y en febrero fui el último en llegar a una reunión de la dirección en mitad de la campaña. Entré cinco minutos antes de que se cerrase (la discusión) porque venía de participar en un debate. Lo que hice, lógicamente, fue no romper la unanimidad. No tenía los argumentos. Si en ese momento decido que me abstengo, entonces genero una noticia negativa para la campaña.

¿Se había manifestado de forma crítica en las reuniones de la Ejecutiva sobre la actitud tan beligerante hacia Sánchez?

Yo creo que sí, pero está visto que no convencí a nadie. Bueno, no convencí a buena parte de los miembros (de la Ejecutiva).

¿Sabía que Roldán iba a dimitir y que Garicano iba a presentar su informe en la misma mañana de la dimisión?

No.

¿No estuvo en los preparativos de esa sucesión de actos que hubo aquel 24 de junio?

No.

Por una parte, nuestro mensaje iba prescindiendo de los factores y la doctrina por la que me metí aquí. Me refiero a temas como el contrato único, reformas laborables, estabilidad fiscal...

Ese día intentó que no hubiese una votación en el seno de la Ejecutiva. ¿Puede contar como fueron aquellos momentos tan tensos?

Preferiría no hacerlo porque, aunque ya me he ido del partido, no quiero contar lo que ocurrió. No era el único, había varios compañeros que pensábamos que no era bueno escenificar esto en público. Además, había otro problema allí: todas las Ejecutivas se acaban filtrando enteras y en esas condiciones era muy complicado debatir o tomar una decisión.

¿Se arrepiente ahora de su voto, alineándose con Rivera y votando en contra de lo que reclamaba Garicano?

No, creo que para poder llevar a cabo algún tipo de política en ese momento, no era el momento de tomar esa decisión. Y sobre todo, hacerla inamovible. Creo que fue un error haberlo votado en ese momento. Era mejor más adelante, no en caliente.

Francisco de la Torre en entrevista con Vozpópuli.

Un mes más tarde dimite de los cargos en Cs, un día después de la fallida investidura de Sánchez. La carta que envió a Rivera era, en sus términos, firme y dura. Por ejemplo, decía que había perdido la ilusión por el proyecto de Cs. ¿Cuándo la perdió?

Por una parte, nuestro mensaje iba prescindiendo de los factores y la doctrina por la que me metí aquí. Me refiero a temas como el contrato único, reformas laborables, estabilidad fiscal. Todo esto se iba reduciendo a una campaña, básicamente, de anti-impuestos y yo estoy a favor de bajar los impuestos, pero eso hay que poderlos pagar. Además, yo veía cada vez más difícil que pudiésemos hacer política útil, que es lo que hemos estado haciendo estos dos años y medio. Ahí es cuando perdí la ilusión.

La última vez que habló con Rivera fue a primeros de junio, antes de la crisis interna. ¿Cómo fue aquella reunión y en qué terminó para que desde entonces no hayan hablado?

Mmm, no creo que fuese en esos términos, pero tendría que preguntárselo a él.

¿Le reprochó que estuviera desmantelando la oficina económica, que le ningunease?

No voy a entrar en esa conversación.

¿En qué momento se torció su buena relación con Rivera?

No lo sé.

¿La culpa la tiene la llegada de Marcos de Quinto?

Tampoco lo sé. No sé en qué ha podido influir o no. Supongo que en el momento en el que hay discrepancias políticas entre Albert y yo, la relación empieza a fallar.

¿Fue antes o después de las elecciones generales?

No voy a hacer más declaraciones al respecto.

¿Cuáles son las propuestas económicas de Cs que no le han gustado en los últimos meses?

Hay varias cosas. Por ejemplo, suprimir todo el impuesto de sucesiones. La supresión indiscriminada no me parece razonable. O, por ejemplo, la ley de (Apoyo a las) Familias que cuesta 8.000 millones de euros. Me parece bien que apoyemos a la familia y la natalidad, pero esto se debe poder pagar.

¿Dónde dejaría el impuesto de sucesiones entonces?

Sigo pensando que tiene que tener una horquilla de mínimos y máximos para las Comunidades Autónomas. Estaba de acuerdo con el planteamiento original de la exención de 1 millón de euros. Eso significaba que la clase media no iba a pagar el impuesto de sucesiones, pero que los grandes patrimonios no paguen absolutamente nada me parece un planteamiento muy complicado de digerir.

Francisco de la Torre en entrevista con Vozpópuli.

En los últimos días ha sido polémica la decisión de Javier Nart de darse de baja de Cs. ¿Qué le parece que mantenga su escaño de eurodiputado?

Es una pregunta que le tiene que hacer a Javier Nart. Es posible renunciar a sus cargos en la Ejecutiva y continuar en otros puestos. Si mis discrepancias eran por la dirección de la oficina económica y por la  investidura del presidente del Gobierno y la estabilidad de España, podía ser compatible con ser eurodiputado o concejal en Móstoles, por decir algo. Pero en mi caso, como era diputado, decidí que no era compatible porque ambas cosas se ventilan estrictamente en el Congreso y en esas condiciones no me parecía razonable continuar.

¿Cree posible que Cs mire con otros ojos a Sánchez si vamos a una repetición de elecciones?

No lo sé.

¿Hay más gente como usted, dentro de la dirección de Cs, que no haya alzado la voz?

Ya no estoy dentro de la dirección. Hace mes y medio que estoy fuera y ahora, del partido.

También era secretario de Programas de Madrid y su nombre sonó como posible consejero dentro del gobierno de coalición PP-Cs. ¿Hubo un ofrecimiento en este sentido por parte de Ignacio Aguado?

Otra persona con la que hace mucho tiempo que no hablo es Aguado. Él decidió que no estuviese en su equipo negociador. Mi especialidad es Hacienda y Aguado negoció con el PP, pero al final la Consejería de Hacienda fue para el PP y no puedo decir mucho más. No estaba interesado en ser consejero de Economía (una de las seis que recayó en Cs), pero creo que tampoco me lo hubiesen ofrecido. Al final, lo dejé antes de que se materializase las consejerías de Cs.

¿Por qué Aguado renunció a esa Consejería de Hacienda?

Lo que he oído, pero tampoco me consta, es que prefería ser portavoz del Gobierno (madrileño).

¿Qué interés tenía Ciudadanos en esa consejería cuando no la ha tenido en ningún otro Gobierno de coalición con el PP?

Pensaba, y se lo dije a José Manuel Villegas, que era interesante que Ciudadanos tuviese alguna presencia en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Pero como no participé en esa negociación, no sé qué prioridades tenía.

¿Se quedó contento por cómo quedó la negociación final en Madrid?

A estas alturas, da un poco igual.

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