Los jueces que componen el tribunal que enjuicia a los líderes independentistas en el Tribunal Supremo manifiestan su "profundo malestar" con la estrategia de defensa desarrollada esta mañana por los abogados del líder de Omnium Jordi Cuixart.
Según informan fuentes del alto tribunal, se refieren a la actitud tanto de los letrados como de los testigos solicitados por esta parte. Lo consideran "intolerable" y lo han interpretado como una "provocación al tribunal". A su juicio, "su comportamiento ralla con el código deontológico de la Abogacía".
Esta opinión la comparten por unanimidad todos los jueces del tribunal que preside Manuel Marchena, quien desde el inicio del juicio hace más de tres meses, ha protagonizado diversos rifirrafes con abogados y testigos pero nunca hasta el punto de trasladar un malestar específico. Esto es algo inédito hasta ahora.
Múltiples interrupciones
La sesión número 43 del juicio del procés estuvo marcada por un ritmo especialmente trabado y un tono bronco con múltiples interrupciones. Marchena se ha afanado en impedir valoraciones personales en los testigos pese a que sus abogados insistían en preguntar.
Esta situación ha dado pie a intercambios poco ortodoxos en un juicio como cuando el juez le ha instado a uno de los testigos que no explicase "su grado de alucinación" o "su felicidad" sobre los hechos enjuiciados. "Sus apreciaciones personales no tienen ningún interés y no podemos perder el tiempo", le ha dicho. Otro testigo ha entrado en discusión con el tribunal respecto a su derecho a poder expresarse en catalán.
Los abogados de Cuixart, Benet Salellas y Alex Sola, han protestado contra las constantes interrupciones del tribunal y han alegado la vulneración del derecho de defensa.