Las conversaciones grabadas por la UDEF en la operación Enredadera del alcalde de León, Antonio Silván, del consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, con el todopoderoso constructor José Luis Ulibarri Cormenzana han puesto patas arriba la actualidad política de la Comunidad en pleno mes de agosto. Silván le informó en tiempo real sobre la marcha de una mesa de contratación de un servicio de limpieza, y Suárez-Quiñones le ofreció personalmente readjudicarle la obra de una carretera cuyo adjudicatario inicial había quedado en quiebra.
El empresario nacido en Burgos pero leonés de adopción es dueño de varios medios de comunicación regionales y está detenido desde hace un mes por su presunta implicación en el caso Enredadera. El Juzgado de Instrucción nº2 de Badalona investiga presuntos amaños en la contratación de servicios para la regulación del tráfico en ayuntamientos.
Pero la gran sombra de este hijo de taxista es su imputación en el caso Gürtel por cohecho en la pieza que investiga la segunda etapa de la trama de corrupción y que todavía está en fase de instrucción. Se le atribuye un presunto pago irregular de un millón de euros a la trama de Francisco Correa tras recibir una parcela el Ayuntamiento de Boadilla (Madrid), donde después construyó una promoción de viviendas. La Fiscalía pide para él siete años de cárcel para el empresario que compró el yate a Correa.
El nombre de Ulibarri, aparejador en sus orígenes, está necesariamente unido al Grupo Begar, que entró en concurso de acreedores en 2009 y fue rebautizado poco después. Al mismo tiempo, Ulibarri comenzó su incursión en el mundo de los medios de comunicación. Todos reconocen su capacidad de influencia en la política regional a lo largo de los últimos treinta años.
Además, Ulibarri mantenía una cercana relación con el exalcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva. Durante sus veinte años como primer edil de la ciudad, fueron muy numerosos los contratos que adjudicó al empresario ahora encarcelado.
Actualmente, es propietario de varias cabeceras locales y regionales, además de ser dueño del 50% de la televisión autonómica Radio Televisión Castilla y León. Además, en la Comunidad Valencia consiguió hacerse con 13 licencias de TDT en la época de Francisco Camps al frente de la Generalitat.
"El Correo de Burgos", "Diario de León" y "El Mundo de Castilla y León", entre otros-, donde era habitual que coincidiera con los políticos de ámbito local, provincial y autonómico.
