El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha insistido este martes en que su formación no aceptará ningún "cordón sanitario" y ha ofrecido a Ciudadanos un "pacto global" que incluso lleve a Begoña Villacís a la Alcaldía de Madrid o a Ignacio Aguado a la Presidencia de la Comunidad. En caso contrario, cree que la solución sería gobiernos monocolores del PP sostenidos en pactos puntuales.
Abascal ha reiterado este martes en una entrevista en EsRadio, recogida por Europa Press, la condición "inexcusable" de Vox de sentarse en una mesa de negociación con todos los partidos que quieran su apoyo para la investidura. "En ningún caso vamos a apoyar a un gobierno en el que algunos de sus miembros no se quieran sentar con nosotros", ha garantizado.
El líder de Vox ha rechazado así el "cordón sanitario" que ha denunciado que les quiere imponer Ciudadanos y ha avisado de que su formación nunca aceptará "chantajes". "A mí me ponen entre la espada y la pared y cojo la espada, independientemente de las consecuencias", ha reconocido asegurando que con esta postura defiende a sus votantes.
Para Vox, la solución "ideal" sería la formación de gobiernos tripartitos con 'populares' y 'naranjas' en muchas instituciones, teniendo en cuenta la fuerza que ha obtenido cada partido en las urnas. En este escenario, Abascal ha asegurado que ellos abordarían la negociación "con flexibilidad y respeto" conscientes de su peso.
Para llegar a este punto, Abascal cree que se podría llegar a un "acuerdo global" con el PP y el partido de Albert Rivera por el que incluso los 'populares' cedieran algún puesto y Ciudadanos pudiera hacerse con la Alcaldía de Madrid o la Presidencia de la Comunidad.
Pero si Ciudadanos mantiene su "cordón sanitario", Abascal cree que la solución podría ser que el PP gobierne en solitario y se apoye en pactos puntuales. Y la última opción sería la negociación de mociones de censura a posteriori si es imposible un acuerdo que evite que Manuela Carmena vuelva a ser investida alcaldesa de Madrid.
Herencia de marzo de 2004
Abascal cree que el "cordón sanitario" contra Vox nació en las elecciones del 13 de marzo de 2004 que ganó el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, cuando se "impuso" un "sistema político y mediático al servicio de la izquierda". "Nuestra postura no es orgullo, yo soy hipersensible a lo que percibo como un chantaje", ha justificado.
De hecho, ha recordado que Vox no ha puesto sobre la mesa ninguna exigencia programática porque no quiere dar "excusas" a quienes no quieren sentarse a negociar ellos. "No hemos salido con un catálogo de exigencias por no imposibilitar el acuerdo", ha explicado como manera de "no contribuir a la zozobra".