El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, casi ha doblado en avales a su rival en las primarias por la Secretaría General del PSOE valenciano. El actual líder de la federación ha entregado 8.120 firmas, mientras que el 'pedrista' Rafael García, alcalde de Burjassot, ha presentado 4.600. Los dos candidatos han superado con creces la cifra necesaria de 1.800 apoyos para poder concurrir a este proceso, pero la ventaja de Puig da esperanzas a los críticos con el secretario general de no ser arrasados en los procesos regionales que han comenzado después del 39 Congreso federal.
En su vuelta a Ferraz, el líder del PSOE ha asegurado que los 'barones' tienen su apoyo como presidentes autonómicos, aunque de los siete sólo una, la balear Francina Armengol, apostó por su victoria el pasado 21 de mayo. Pero, al mismo tiempo, ha defendido que cualquier militante tiene derecho a disputarles el líderazgo de sus federaciones, que se dirime en congresos regionales que tendrán lugar entre julio y el inicio del otoño.
Uno de los primeros en resolverse será el de la federación valenciana, en el que Puig tiene un rival muy próximo a Ferraz y, en concreto, al nuevo secretario de Organización, José Luis Ábalos. Justo cuando se conoció que el alcalde de Burjassot haría frente al presidente, Pedro Sánchez decidió situarle en la mesa del 39 Congreso federal, una decisión que se entendió como un mensaje de respaldo y un aviso a Puig, que puso en alerta también a otros 'barones' críticos. También se esperan candidatos surgidos del 'pedrismo' en otras federaciones como Aragón y Asturias. Y ya lo hay en Extremadura.
Pero, ahora, el resultado en avales de Puig les da esperanzas de que el resultado del 21 de mayo no tiene por qué repetirse a nivel regional, es decir, que las claves entre 'susanistas' y 'pedristas' no se podrán trasladar a los territorios, como algunos ya venían defendiendo. En particular, lo hacía el entorno del presidente de la Generalitat, que en su presentación como candidato se rodeó de dirigentes valencianos que en la pasada campaña estuvieron con Pedro Sánchez.
Para los de Puig, los avales son una prueba, porque el presidente ha obtenido algo más de firmas que tuvo Sánchez. Satisfechos con el resultado, desde su entorno se asegura que van a seguir trabajando igual hasta el día de la votación, porque "no dejan de ser avales" y lo que importa son las papeletas.
Tradicionalmente, en las primarias, quien gana en avales suele ganar en votos. En la última campaña a nivel federal, sin embargo, no fue así. La presidenta de la Junta de Andalucía superó por poco en avales a Pedro Sánchez, aunque fue el ahora secretario general el que dio la sorpresa al acercarse tanto a Susana Díaz. Nadie contaba con ese nivel de participación en el proceso de avales. Y después Sánchez ganó en votos, con un resultado que mostró que, en algunos lugares, la andaluza tuvo más firmas de militantes que papeletas en las urnas.