La Casa Real guarda silencio y se recupera lentamente de la colosal tormenta desatada por el majestuoso enfado de don Juan Carlos al ser ninguneado en el aniversario de las primeras elecciones. Las aguas siguen revueltas en Palacio, donde no se esperaba una reacción tan ruidosa al episodio. Desde hace días se había anunciado que el Rey emérito no iba a asistir a la conmemoración. Se había comunicado a los interesados, se había hecho saber a la prensa, y era de conocimiento casi público, comentan en la Casa.
Lo sabía don Juan Carlos, que incluso habló en su momento con la presidenta del Congreso, Ana Pastor. "Nada dijo en su momento. Quizás a gente de su entorno, pero lo asumió sin aspavientos. Un silencio que estalló en ruidoso malestar al contemplar la ceremonia por televisión. De ahí salieron las nietas de la Pasionaria", expresión personal del Rey padre. Luego se ocupó de hacer saber su irritación", comentan fuentes conocedoras del incidente.
El Rey emérito ha recibido con agrado las numerosas muestras de afecto y respeto recibidas desde todos los estamentos. Sigue molesto pero ahora está inquieto por el efecto negativo del episodio en la imagen de la Corona. En las relaciones entre él y su hijo, dicen fuentes familiares. "Mi hijo nada tiene que ver en este asunto", ha comentado a su entorno.
Encuentro en Cataluña
Don Felipe y doña Letizia se desplazan este miércoles a Cataluña para presidir los actos de entrega de premio de la Fundación Príncipe de Girona. Allí se encontrarán con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que atraviesa también por un periodo de turbulencias, a escasos tres meses de la celebración del referéndum ilegal sobre la independencia. Los Reyes permanecerán en tierras catalanas dos jornadas, alejados del ruido desatado por el incidente del Congreso.
Los dirigentes de los principales partidos políticos han mostrado en estas últimas horas su reconocimiento hacia la figura de don Juan Carlos, como motor de la Transición. Podemos incluso manifestó que 'ya que está vivo, lo lógico que es hubiera estado presente en el acto". Ciudadanos y PP elogiaron la propia celebración de la efeméride como homenaje a nuestra democracia, nuestra Transición y la madurez de la sociedad española, y evitaron pronunciarse sobre la decisión de la Casa Real.
Rafael Hernando, portavoz de la bancada popular, señaló que no se trata de buscar culpables" pero animó a que se revise el protocolo para que se permita en el futuro "articular una fórmula para que permita la presencia de don Juan Carlos" en momentos determinados. "Nadie entiende", dijo Hernando, que el Rey emérito no estuviera presente en el homenaje del Congreso, "habría sido muy positivo contar allí con su presencia" dado que es "el piloto fundamental en la historia de la democracia española.