España

La 'otra cara' del 'porno': ha provocado un aumento del 116% de las agresiones sexuales cometidas por menores

El 76,25% de los adolescentes consumen 'porno' duro; las agresiones de menores han crecido un 116%. Unos datos que llevan a los expertos a alertar del temprano acceso a la pornografía

  • Un adolescente viendo contenido pornográfico

El 50% de los niños de 11 a 13 años ha visto pornografía en Internet. En España, la edad media para el primer contacto con el 'porno' se encuentra entre los 9 y los 11 años. El 30% de los adolescentes acceden a contenidos +18 de forma accidental. 7 de cada 10 adolescentes consumen pornografía de forma frecuente; el 94% de ellos lo hace desde el móvil. Son datos duros, pero objetivos, extraídos todos de estudios e informes oficiales. No en vano, en las últimas semanas estamos viendo varios casos sorprendentes de menores que 'desnudan' a otras o casos similares.

Y esos datos son igual de ciertos como que en la actual pornografía el 89% de los vídeos muestran agresiones físicas o verbales, que el 76,25% de los adolescentes consumen sobre todo 'porno' hardcore y que las agresiones sexuales cometidas por menores aumentan un 116% en los últimos 5 años, siendo uno de los motivos principales el acceso precoz a los contenidos para adultos.

Si todos esos datos se juntan se desprende una única y contunde realidad: la tecnología (representada en la pornografía) es la principal y gran culpable de la violencia sexual entre los menores. Así queda sintetizado en el estudio "Impacto de las pantallas en la vida de la adolescencia y sus familias en situación de vulnerabilidad social: realidad y virtualidad", realizado por Cáritas y así lo confirman los expertos, como María Ángeles Blanco Ruiz, profesora del Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y autora del artículo "Implicaciones del uso de las redes sociales en el aumento de la violencia de género en adolescentes".

Blanco, experta en asuntos de este tipo, explica a Vozpópuli que la tecnología facilita de manera exponencial el acceso a contenidos pornográficos gratuitos a edades muy tempranas. "Estamos hablando que, aunque sea de manera accidental, hay niños de 9 años que llegan a ese tipo de contenidos. Si el relato sexual que reciben es el pornográfico, lo que aprenden es la sexualización, la cosificación, incluso la violencia en el acto. Y esos menores, a diferencia de la mayoría de adultos que consumen ese contenido, no saben que eso que ven no es la realidad. Porque sí, en el 'porno' hay violencia y desigualdad y no hay comunicación y no hay debate sobre lo que le gusta al otro", explica.

Si el relato sexual que reciben es el pornográfico, lo que aprenden es la sexualización, la cosificación, incluso la violencia en el actoMaría Ángeles Blanco Ruiz, autora del artículo "Implicaciones del uso de las redes sociales en el aumento de la violencia de género en adolescentes"

Además, desde muy pequeños empiezan a desarrollar una relación con el sexo que, en el momento en el que empiecen a tener contacto con él, "aparte de que muy probablemente va a ser violento", va a convertirse en una relación adictiva. "La realidad nunca se va a parecer a lo que ven en esos vídeos. Este fácil acceso a los contenidos pornográficos es lo que explica que estemos viendo generaciones de adolescentes y niños más agresivos sexualmente, porque inconscientemente y a través de internet han aprendido unos patrones que no son los correctos", agrega la experta en conversaciones con este periódico.

"La solución está en una buena educación sexual cuanto antes. Hay que saber que el acceso a Internet es casi inevitable y hay que actuar en consecuencia. Hay que explicarles cuanto antes la realidad. Y a los 15, en estos tiempos, ya es muy tarde", sentencia Blanco.

El porno como refuerzo de los roles sexistas

También en el citado informe de Cáritas se desarrolla que la pornografía tiene una relación directa con el aumento de la violencia de género, especialmente entre los menores, que desarrollan pensando que esa es la realidad. "De formas más o menos explícitas, en el 'porno' se potencian los tópicos sexistas, se erotizan la sumisión y entrega de la mujer, y a la vez que se potencia la agresividad y el dominio en el hombre". Las redes sociales tampoco ayudan: son un medio de difusión y de consolidación de estereotipos sexistas que ya existen.

Por otro lado, la experta consultada explica que el contenido +18 también perjudica a la concepción de la sexualidad porque refuerza la idea del amor romántico desde la salvación (salvar o que nos salven), la dependencia (ser porque la otra persona me ve, si no me ve, no soy), la necesidad de autocompletarse o autorrealizarse gracias al otro y crea dependencias emocionales que pueden resultar dañinas si no se establecen relaciones igualitarias".

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