El PP tiene al Gobierno donde quería: pidiendo de forma explícita que facilite la aprobación del decreto de medidas económicas para hacer frente a la crisis derivada de la guerra de Ucrania. Pedro Sánchez, que se ha quedado sin el apoyo de sus socios, lo pidió en su respuesta a Gamarra en la sesión de control, y María Jesús Montero ya ha telefoneado a Juan Bravo para negociar. Los populares están dispuestos a abstenerse, pero a cambio reclamarán un gesto al Ejecutivo.
Así lo confirman a Vozpópuli fuentes próximas a la dirección del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, que ven posible un "entendimiento" siempre y cuando el Gobierno acceda a incluir alguna de las rebajas fiscales que llevan reclamando los populares desde hace más de un mes, en la reunión entre Félix Bolaños y Cuca Gamarra previa a la aprobación del decreto en el Consejo de Ministros del 29 de marzo.
Ya entonces, la portavoz del PP en el Congreso y hoy secretaria general del partido transmitió alguna de las exigencias del principal partido de la oposición, como la deflactación del IRPF o la reducción del IVA en carburantes, luz y gas. Esas reivindicaciones forman parte del plan económico remitido el pasado viernes por Feijóo a Sánchez y el objetivo del PP es claro: que el Gobierno acepte alguna de esas medidas para abstenerse en la votación del jueves.
Negociaciones abiertas
Para lograr esa meta, el PP llevaba exigiendo desde el lunes una negociación al Gobierno. El martes por la noche, y ante la falta de apoyo por parte de sus socios de investidura, Pedro Sánchez ha desbloqueado la interlocución con el Partido Popular y María Jesús Montero "descolgó el teléfono" para llamar a Juan Bravo, vicesecretario de Economía de los populares.
En esa llamada telefónica, la ministra de Hacienda pidió el apoyo del PP al decreto sin ofrecer nada a cambio, en una posición que no va a ser aceptada por los populares, que exigen una negociación en profundidad a propuestas serias y concretas. Desde la dirección del Grupo Popular destacan que el Gobierno ha hablado ya con otras formaciones y sigue habiendo tiempo para continuar las conversaciones con el PP.
En el partido se muestran optimistas de cara a esa estrategia de presión al Gobierno, ya que "pasan las horas y siguen sin salirle las cuentas". Con la abstención del PP, destacan, "sería suficiente" pese al voto en contra de los demás grupos: "Ese sentido del voto es casi un 'sí' y tenemos que hacerlo valer. Pedro Sánchez ya sabe lo que tiene que hacer".
Movimiento estratégico
La posible abstención del PP, afirman las fuentes consultadas por Vozpópuli, es un "movimiento estratégico" que supone un cambio con respecto a la etapa de Pablo Casado y, sobre todo, deja al Gobierno en una posición delicada respecto a sus socios.
En un momento más que complicado para el bloque de la investidura, con la polémica en torno al supuesto espionaje a líderes independentistas a través de Pegasus, "el Gobierno sabe que o cede ante nosotros para la abstención o su plan anti-crisis puede caer", destacan desde el PP.
El Gobierno sabe que o cede ante nosotros para la abstención o su plan anti-crisis puede caer
Esta tesis, en todo caso, no es compartida por todos los parlamentarios populares. Diputados del PP contactados por Vozpópuli apuestan por un 'no' rotundo en la votación de mañana para provocar un punto de inflexión en la legislatura: "Si le votan en contra los socios, pues que cambien de socios".
Desde el Grupo Popular se insiste, en todo caso, en que el partido "puede estar perfectamente en el 'no'" si no se producen avances en nuevas conversaciones con el Gobierno.