España

El presidente del IE reveló al juez que Begoña Gómez no pudo dirigir el African Center hasta que Sánchez llegó a Moncloa

Ocho testigos del caso diseccionaron sus movimientos para impulsar su carrera y patrocinar la cátedra. Tres de ellos se refirieron a ella como "la mujer del presidente"

Ocho testigos de la causa contra Begoña Gómez diseccionaron en sede judicial todos sus movimientos previos a la llegada de Pedro Sánchez a Moncloa. De sus testimonios, a los que ha tenido acceso Vozpópuli, se desprende que buscó en primera persona patrocinadores para su cátedra y que se "acercó" al Instituto de Empresa en busca de una colaboración. El presidente de este ultimo, Diego del Alcázar, reconoció que no tuvo un cargo hasta que Sánchez llegó a Moncloa.

El empresario, que declaró como testigo el 29 de julio, detalló el proceso de contratación de Begoña Gómez como directora del IE África Center. Este proyecto, que creó el Instituto de Empresa para impulsar la innovación en África, está en el foco del procedimiento por los vínculos que desarrolló con empresas de Javier Hidalgo y también de Juan Carlos Barrabés, ambas personas cercanas a Gómez.

En ese sentido, Del Alcázar recordó el inicio de esta relación laboral, que se remonta a 2017. "Begoña Gómez se acerca al IE como mucha gente, para ver qué posibilidades hay de trabajar. Y va poco a poco, desde el año 17, hablando con unos y con otros", plasmó el testigo. En ese contexto, llegó a entablar relación con la presidenta del IE African Center, Felicia Appenteng, quien la terminó proponiendo para dirigir el ente.

Alcázar: "No podía trabajar con las administraciones"

"Hay un momento en donde alguien me dice: “Felicia Appenteng dice que la persona adecuada para lo que ella quiere es Begoña Gómez y es la mujer del secretario general del Partido Socialista”. Lo que pasa es que estaba trabajando y no podía incorporarse hasta fechas posteriores en donde el secretario general se había convertido en presidente del Gobierno", expuso.

El testigo desveló que, con motivo de la llegada de Sánchez a Moncloa, se añadieron unas cláusulas al contrato que "le impedían trabajar con las administraciones públicas españolas". Sobre la rescisión, en junio de 2022, Del Alcázar apuntó que fue por iniciativa de Gómez. "Despidos intentamos no hacerlos, y ya con una persona que es la mujer del presidente del Gobierno no se nos ha ocurrido", razonó.

Sobre los vínculos con el Instituto de Empresa se pronunció también Leticia Lauffer. La declaración de la que fuera directora de Wakalua tenía especial interés dado que ejerció de nexo entre Javier Hidalgo, exCEO de Globalia, y Begoña Gómez. Lauffer explicó que aterrizó en el Grupo Barrabés (cuyas adjudicaciones públicas dieron inicio a esta causa) en 2017 y que, dos años después, dio el salto para dirigir Wakalua, filial de Globalia.

Esta experta en innovación relató que conoció a Begoña Gómez durante una asamblea organizada por la Organización Mundial de Turismo en San Petersburgo en 2019. Para las acusaciones esta cita es determinante, dado que en la misma participó Víctor de Aldama, comisionista del caso Koldo y cercano también a Hidalgo y Begoña Gómez. Precisamente, Wakalua acabó patrocinando con 40.000 euros el African Center.

Leticia Lauffer: "Es la mujer del presidente"

Lauffer dijo al respecto que la conoció en Rusia y que fue Hidalgo quien le presentó. "Javier me dijo: “Es la mujer del presidente”. Porque yo no la había reconocido", explicó. Los contactos siguieron los siguientes meses, llegando a reconocer que tuvo "un trato más cercano" con ella. "Tenía buena relación", amplió la empresaria en su declaración del 26 de agosto.

Esta relación se consolidó en paralelo a los encuentros mantenidos ya en pandemia entre Aldama, Begoña Gómez e Hidalgo. Semanas después de los mismos, el Gobierno de Pedro Sánchez rescató Air Europa (empresa que entonces pertenecía al holding de Hidalgo) y que para entonces trataba de recuperar una deuda de Venezuela de 180 millones.

El rector: "Tenía la idea de que era licenciada"

También en 2020 consiguió Begoña Gómez una cátedra extraordinaria en la Universidad Complutense. Cuatro testigos del caso arrojaron luz sobre este episodio que también se investiga en la causa que dirige Juan Carlos Peinado Se trata del rector Joaquín Goyache; el que fuera vicerrector, Juan Carlos Doadrio, así como Ignacio Mariscal y Marc Simón; estos últimos empresarios que impulsaron la cátedra desde Reale Seguros y la Caixa.

En relación con la creación de la cátedra, los indicios apuntan al rector, quien ha declarado como testigo y, tras ello, como imputado. En su segunda comparecencia, dejó claro que le contactó por teléfono la propia Begoña Gómez, con quien se reunió en julio de 2020 en Moncloa.

Según dijo, en ningún momento ordenó la creación de la cátedra, sino que trasladó al vicerrector que "dos instituciones" estaban interesadas en impulsarla. Tampoco sabía que Begoña Gómez carecía de estudios superiores. "Yo tenía la idea de que era licenciada. Me he enterado después por los medios de comunicación", llegó a decir.

El juez Peinado insistió especialmente sobre el proceso de creación del título, a tenor de lo confesado días antes por Doadrio. El 19 de julio, quien fuera vicerrector de la Complutense, fue claro al respecto: "Me llama el rector por teléfono (...) y me dice: "Tengo que crear una cátedra para Begoña Gómez, la mujer del presidente. ¿Tienes algún inconveniente?". Yo le contesté: 'Si viene la documentación bien, no'".

Una vez concretada su creación, Doadrio discutió con Begoña Gómez lo relativo a sus ingresos económicos. Según los testigos, Begoña Gómez no percibió salario alguno de la cátedra, pero sí lo hizo de los dos másteres que impartía, pese a no tener titulación oficial.

Al respecto, Doadrio expuso que Begoña Gómez propuso percibir 15.000 euros por cada máster; pero el vicerrector, tras consultarlo, le frenó, asegurando que solo podía percibir 15.000 euros en total. También descartó que se le hiciera examen alguno de idoneidad.

Tras ello, Begoña Gómez y su asistente Cristina Álvarez, actuaron para lograr la financiación. A falta de que la Complutense formalizara el título, la mujer de Sánchez comenzó a tirar de contactos en agosto para lograr el patrocinio.

En ese sentido, el subdirector general de la Fundación La Caixa, Marc Simón, confirmó el pasado 29 de agosto que fue ella quien le contactó a través de correo electrónico y que aceptaron aportar 15.000 euros anuales durante cuatro años. Según, dijo, no se puso inconveniente alguno a la petición de la mujer del presidente del Ejecutivo.

Reale: "Begoña Gómez dijo que esa cátedra se iba a crear"

Por su parte, Ignacio Mariscal, consejero delegado de Reale Seguros, detalló que también fue contactado directamente por Gómez en agosto de 2020 y que el contenido de la cátedra para la Transformación Social Competitiva (TSC) le pareció "muy interesante". El testigo desveló que Gómez dio por hecho que esa cátedra iba a ver la luz, pese a que no se formalizó hasta finales de octubre.

Los últimos dos testigos fueron Carlos Barrabés y el ceo de sus empresas Luis Miguel Ciprés. El primer de ellos, a quien el juez ha terminado imputando, confirmó en su segunda declaración las visitas a Moncloa, donde se reunió con Begoña Gómez y, también, con Pedro Sánchez. Las adjudicaciones a este consultor aragonés dieron inicio a esta causa ante la sospecha de que Gómez podría haber intercedido con sus cartas de apoyo para la adjudicación de contratos públicos.

Un vehículo traslada a Begoña Gómez a los Juzgados de Plaza de Castilla de Madrid
Un vehículo traslada a Begoña Gómez a los Juzgados de Plaza de Castilla de Madrid.EFE / Zipi

El consultor confirmó como imputado lo que ya había desvelado como testigo, mientas que Ciprés dijo al juez Peinado que "nunca" estuvo presente en dichos encuentros. Sí avaló las adjudicaciones al grupo Barrabés, que pasaron de 39.000 euros en 2016 a 1,5 millones un año después, siendo en pandemia cuando más licitaciones recibieron.

Así pues, estas ocho testificales -en las cuáles la Fiscalía tuvo un perfil muy bajo- han abierto el camino para que las acusaciones hayan pedido nuevas diligencias, relacionadas la mayoría de ellas con el papel de Begoña Gómez en el IE África Center. El epicentro de su estrategia gira en torno a un presunto tráfico de influencias a tenor del cargo de su marido como líder del Gobierno, con empresarios amigos y, también, en sus propios negocios particulares.

La defensa de Begoña Gómez, que ejerce el abogado y exministro socialista, Antonio Camacho, intervino en muchas de estas testificales, para evidenciar que Begoña Gómez cumplía los requisitos para obtener una cátedra, y que la reunión en Moncloa con empresarios se explicaría por ser allí donde tiene su despacho.

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