España

El presidente del TSJ de Madrid, sobre el 'sí es sí': "Se nos acusó de machistas y prevaricadores"

Celso Rodríguez Padrón denuncia que los jueces fueron objeto de "una auténtica campaña de descrédito" y alerta que se han tenido que suspender más de 18.200 actuaciones en Madrid por la pandemia y las huelgas

  • Celso Rodríguez Padrón, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. -

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Celso Rodríguez Padrón, ha salido en defensa de los jueces tras las duros ataques recibidos desde Podemos por la ley del 'solo sí es sí'. El magistrado ha aprovechado el tiempo transcurrido y el pronunciamiento del Tribunal Supremo al respecto para defender que "tan desencaminados" no iban los tribunales al aplicar la reforma legal que se tradujo en un goteo continuo de rebajas de condenas a violadores y más de un centenar de excarcelaciones.

"Por aplicar el derecho desde nuestra posición de independencia constitucional, se nos acusó sin el más elemental pudor de machistas, de ignorancia absoluta de la ley, cuando no de simples prevaricadores. Fuimos objeto de una auténtica campaña de descrédito y ataque que procedía de miembros del Gobierno", ha denunciado el presidente del TSJ madrileño, quien ha recordado que muchos entes, entre ellos el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), advirtieron al Ejecutivo de Pedro Sánchez de las consecuencias que tendría la aprobación de la conocida como 'ley del solo sí es sí' y, pese a ello, reformaron el Código Penal.

"Quiero poner de relieve que tan desencaminados no estábamos los tribunales a la vista de las sentencias para unificar doctrina que ha dictado el Tribunal Supremo en estos últimos tiempos. Quiero dejar constancia de lo injustos que fueron estos ataques", ha insistido Rodríguez Parón durante la presentación de la memoria correspondiente al ejercicio 2022.

"No se puede echar la culpa a los jueces"

El presidente del TSJ de Madrid ha aprovechado la cita para denunciar los ataques recibieron jueces de toda España con las rebajas de penas (que según el recuento oficial del CGPJ van por 1.155 reducciones) aunque ha preferido no señalar a ningún político en concreto. "Nos acusaron a los jueces de machistas, conservadores... no voy a darles ningún nombre porque a estas alturas tampoco quiero resucitar este tema, pero quería dejar constancia de esto por la gravedad que ha tenido", ha dicho.

No se puede reaccionar a una elaboración defectuosa de la ley echándole la culpa a los jueces porque no se plieguen a aplicarla como al legislador le gustaría que se aplicaran.

Padrón ha arremetido contra el Ejecutivo por no admitir que la reforma estrella de Irene Montero llevaba acarreada una rebaja de las penas a violadores y agresores sexuales y por los fallos de la norma, entre los que se encuentra que no incluyera una disposición transitoria que limitase el efecto retroactivo de la norma. "No quisieron aceptarlo por temor al desgaste político de lo que era reconocer una metedura de pata", ha sentenciado.

Con todo, Rodríguez Padrón ha puesto el acento en el cuello de botella que se ha generado en los tribunales de Madrid debido a dos motivos principalmente: la pandemia y la huelga de funcionarios y letrados de Justicia. De hecho, ha informado de que el número de situaciones suspendidas en toda la Comunidad de Madrid ascendió a un total de 18.275.

18.275 diligencias suspendidas

El magistrado avisa de que la situación es especialmente grave porque se ha enlazado las consecuencias de los parones por la pandemia y las huelgas en la Administración de Justicia. Antes de que se convocaran estos paros, el órgano que preside se dirigió al CGPJ en marzo y pidió que promovieran de los medios necesarios para intentar garantizar la normalidad. Sin embargo el anuncio de las jornadas de huelga de los letrados y los funcionarios terminó por ahondar el problema. "Esto vuelve a suponer un muro infranqueable", dijo.

Así pues, se suspendieron más de 18.200 actuaciones, entre juicios y diligencias de tramitación. La jurisdicción que más sufrió fue la Civil, seguida de la Penal, Social y, por último, la de lo Contencioso-Administrativo. Del mismo modo también es elevada la cifra sobre asuntos en trámite. En la actualidad, en la Comunidad de Madrid hay un total de 534.961.

Pese a los atascos en la tramitación, el número de causas que se ingresan van en aumento. En 2022 se rozó casi el millón de asuntos (982.526 casos). Esto se traduce en un 5,9% más que el año pasado. Rodríguez Padrón ha defendido que se resuelven prácticamente los mismos asuntos que se ingresan pero que existe retrasos en la tramitación porque se arrastra de años atrás.

Al respecto, Rodríguez Padrón ha desvelado que en los últimos meses se han disparado los asuntos en la jurisdicción Civil. “Hemos asistido al nacimiento de la litigiosidad de pleitos masivos”, ha dicho el presidente. Como ejemplo ha puesto asuntos hipotecarios, bancarios o relativos a financiación económica. "Hablar de cualquier intento de recuperación era quimera", ha apostillado.

Misma ratio de jueces que en 1988

No obstante, el caso de la Comunidad de Madrid no es aislado. Si se compara con los principales Tribunales Superiores de Justicia (el de Andalucía y Cataluña) existe un cierto paralelismo en lo que respecta al tiempo de respuesta y también a los asuntos en trámite.

La solución para el presidente del TSJ no pasa por crear más juzgados, sino más plazas de jueces. "Tradicionalmente se seguía una política de creación continuada de más juzgados, pero nosotros no apostamos por eso. Consideramos que lo más eficaz para paliar el retraso es la creación de más plazas de jueces. Esto se ha elevado al CGPJ y al Ministerio de Justicia", ha advertido.

El motivo de este reclamo reside en que se mantiene un ratio de jueces por habitante que en 1988. ¿Cuál sería entonces la cifra ideal de plazas? Para el presidente "sería estupendo" que existiera medio millar de plazas más que adherir a los actuales 804 jueces y magistrados que existen en la Comunidad. Sin embargo, es consciente de que este trámite no es inmediato ya que no se pueden improvisar plazas cada año, por lo que la salida al problema se lograría, en todo caso, a largo plazo.  

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