En plena polémica por las negociaciones entre el Gobierno central y la Generalitat para transferir la gestión de la Formación Sanitaria Especializada (FSE) a Cataluña, los hospitales y centros de atención primaria de la región continúan perdiendo atractivo entre los MIR con mejores notas.
Desde 2017, coincidiendo con el procés y el referéndum de independencia, cada vez son menos los médicos que, teniendo la posibilidad de elegir los primeros, se decantan por esta comunidad autónoma para especializarse. Así lo constatan los datos que el Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada ha recabado en los últimos cinco años y a los que ha tenido acceso Vozpópuli.
El mismo año en que el Parlamento catalán aprobó la declaración unilateral de independencia (DUI) -suspendida por el Tribunal Constitucional y anulada al mes siguiente- Cataluña ofertó un total de mil plazas MIR. De los 1.000 licenciados en Medicina que habían sacado mejor nota en el examen y que, por ende, tenían derecho a escoger destino en primer lugar, 218 priorizaron los hospitales catalanes.
Desde 2017, coincidiendo con el 'procés', cada vez son menos los médicos que, teniendo posibilidad de elegir primero, se decantan por Cataluña
Al año siguiente, en 2018, los nuevos residentes constataron el declive de la región a la hora de elegir plaza. Cataluña ofertó en esta ocasión 1.022 puestos, pero solo 166 de los mil primeros números se decantaron por este destino. Una tendencia que volvió a confirmarse en 2019. La región, entonces gobernada por Quim Torra, contaba con 1.053 plazas para adjudicar. De los mil aspirantes que escogieron antes que sus compañeros solo 154 apuntaron a Cataluña. La cifra se redujo a 153 un año después.
En 2021, la oferta de plazas en Cataluña se amplió a 1.149. Sin embargo, la cifra de médicos entre los mil con mejores puntuaciones que escoge esta comunidad sigue en descenso. Un total de 141 licenciados se han decantado por los hospitales y centros catalanes frente a los 218 que lo hicieron en 2017.
No obstante, atendiendo al conjunto de grupos de aspirantes y no solo al grupo de los más excelentes, Cataluña continúa dominando junto a Madrid, Andalucía y Comunidad Valenciana las elecciones de plazas MIR. Estos cuatro territorios se han adjudicado el 62,5% de las plazas elegidas en los primeros quince días este año (hasta el puesto 6.000) y el 62,3% en los últimos 12 años. En el polo opuesto se encuentran Extremadura, Baleares, Navarra, Cantabria, La Rioja, Ceuta y Melilla.
Los médicos advierten el declive
"La situación política y el idioma pueden ser factores determinantes a la hora de elegir plaza en Cataluña. Si finalmente se alcanza un acuerdo para transferir las competencias del MIR podría ser perjudicial no solo para el sistema sanitario español en general, sino también para la propia comunidad. Sería una barbaridad", considera Vicente Matas, director del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada.
Con él coincide Sheila Justo, secretaria técnica MIR de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM): "Cataluña lleva tiempo sin sumar las mejores plazas. De hecho, la convocatoria de este año se ha cerrado en el número 9.845 y el último médico interno residente en escoger destino seleccionó un centro de Cambrils". Los últimos 17 seleccionaron entidades de Cataluña. "La situación política y la limitación idiomática influyen", zanja.
Justo explica que el MIR es un sistema homogéneo basado en la excelencia y que traspasar competencias a Cataluña tal y como plantea el Ejecutivo catalán podría dificultar la planificación de las plazas y generar desigualdad entre regiones.
"Es un único examen con los mismos contenidos y en las mismas fechas. La descentralización, la heterogeneidad en materia sanitaria y la fragmentación no garantiza una formación de calidad para todos los médicos. Ya hay 17 sistemas sanitarios distintos y el MIR es prácticamente lo único que está centralizado", advierte.
De cambiarse el sistema, Cataluña podría encontrarse con que cada vez menos médicos quieran formarse allí
"Si finalmente se cambia el sistema, Cataluña podría encontrarse con que cada vez menos médicos quieran formarse allí. No se puede fragmentar el pilar de la sanidad española por cuestiones meramente políticas y sin atender a los profesionales del sector", sostiene la doctora.
Gabriel del Pozo, secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), destaca la competitividad a nivel de preparación que tiene el sistema sanitario catalán, pero asegura que las condiciones en las que se desarrolla no favorecen su elección entre los médicos de otras comunidades.
"Un 3% de los médicos que han elegido la especialidad de Familia en Cataluña han terminado sin incorporarse a sus plazas, dejándolas desiertas. Se trata de un porcentaje alto si se tiene en cuenta que se trata de una región con muy buenos centros y muchos recursos", dice Del Pozo.
Para el secretario general del CESM la modificación del sistema MIR no está justificada. "A menos que se trate de una prebenda de carácter político, transferir a Cataluña las competencias en este asunto no tiene explicación alguna", indica. Y añade: "Atomizar un sistema que funciona bien solo puede generar división y desigualdad entre comunidades, además de un efecto contagio".
El MIR, mismo sistema desde 1976
El MIR es el sistema de formación de especialistas médicos que existe en España desde el año 1976. Se accede a través de pruebas selectivas de convocatoria anual y conlleva una relación laboral especial de residencia. Para acceder hay que presentarse a un concurso en el que el expediente académico se pondera a un 10% mientras que el examen contabiliza el 90%. Actualmente existe una sola convocatoria anual para todos los aspirantes.
La convocatoria de examen y plazos de selección e incorporación a la plaza elegida se publican anualmente en el parte del Ministerio de Sanidad, que es el departamento que concentra todas las competencias en torno al MIR.
En la práctica, la Generalitat, al igual que el resto de gobiernos autonómicos, se limita a hacer una previsión de las plazas que se requieren cada centro, pero la última palabra la tiene el Ministerio.
Por ejemplo, un hospital puede solicitar un número determinado de unidades docentes en una especialidad y la Consejería de Salud de su comunidad puede respaldar la solicitud en un informe, pero es competencia estatal acreditar ese conjunto de recursos materiales y personales.
Hoja de ruta de la 'coalición progresista'
Corresponde al órgano directivo competente en materia de formación sanitaria especializada del Ministerio de Sanidad resolver cada requerimiento.
Sin embargo, en enero de 2020, PSOE y Podemos dieron su visto bueno a que en el caso del MIR en Cataluña estas competencias fuesen "compartidas" en base al Estatut. Lo hicieron en el documento 'Coalición progresista. Un nuevo acuerdo para España', pero pocos fueron los médicos, incluidos los catalanes, que entendieron con claridad a qué se referían por aquel entonces Sánchez e Iglesias.
Ahora, la nueva ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, ha anunciado que el Gobierno ha alcanzado un acuerdo con el Gobierno de Cataluña por el cual se crea un grupo de trabajo "para que estudie la viabilidad de traspasos en materia, por ejemplo, de Formación Sanitaria Especializada (FSE)".
"En octubre daremos comienzo a los trabajos para analizar estas materias susceptibles de ser traspasadas", adelantó. Tan sólo 48 horas después de que la titular de Política pronunciase estas palabras, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, aseguró que no tiene intención de cambiar nada en el actual modelo MIR y rechazó su traslado. La incertidumbre en torno a los planes del Ejecutivo para la formación de los médicos españoles continúa reinando en todo el sector.
