Los socialistas madrileños contrarios a Pedro Sánchez temen una maniobra de Ferraz para que Purificación Causapié, actual responsable del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Madrid, o alguno de los ediles próximos a la dirección nacional, entren en el Gobierno de la ciudad con Manuela Carmena. Esa maniobra rompería el objetivo de Antonio Carmona y su gente, que querría entrar a gobernar con Carmena después del Congreso de PSM que esperan ganar "tras el desmoronamiento de Sánchez".
El PSOE del Ayuntamiento de Madrid vive una situación muy complicada con una portavoz oficial, Purificación Causapié, y uno oficioso como es Antonio Carmona. El concejal, y profesor universitario, mantiene casi la misma actividad mediática como cuando era el líder de los socialistas en la ciudad. Pero también sigue con su actividad de partido y las tardes y los fines de semana los pasa recorriendo agrupaciones de Madrid y Comunidad para captar votos de cara al próximo congreso que se celebrará tras el federal.
Carmona era partidario de formar parte del equipo de Carmena desde el primer día, pero la Ejecutiva Federal le exigió que se mantuviera al margen hasta que se celebraran las generales
La cena que mantuvieron cuatrocientos militantes del PSOE, entre los que estaba Tomás Gómez, poco después del último comité federal es una demostración de fuerza de que la oposición está organizada y se plantea tomar el PSM de donde fueron desalojados casi por la fuerza. Entre los críticos nadie cree que Sara Hernández, secretaria general del PSM-PSOE, elegida por Ferraz para pilotar el partido en la Comunidad, mantenga el poder tras el congreso regional. Su decisión de crear una comisión de expertos para analizar las causas de la derrota electoral del 20 D ha causado estupor entre los dirigentes críticos.
Afirman que desde que Tomás Gómez y Antonio Carmona fueron cesados se han ido reforzando y están seguros de derrotar a la gente de Pedro Sánchez después del Congreso Federal. Pero también temen que los socialistas entren en las próximas semanas en el Gobierno de Madrid para apartar aún más a Antonio Carmona. Los socialistas creen que Manuela Carmena está deseando que el PSOE entre a formar parte del gobierno municipal y tener así a los socialistas de aliados durante toda la legislatura, independientemente de lo que ocurra en el futuro en el partido. Antonio Carmona era partidario de formar parte del equipo de Carmena desde el primer día, pero la Ejecutiva Federal le exigió que se mantuviera al margen hasta que se celebraran las elecciones generales.