El expresidente de Cataluña Carles Puigdemont ha pedido que se anulen las órdenes internacionales de captura que pesan en su contra y que se aparte al magistrado instructor Pablo Llarena por "carecer de imparcialidad".
Las peticiones del líder independentista tienen lugar después de que el propio juez Llarena pidiera a las partes que se pronunciaran sobre la situación de Puigdemont y del exconseller Toni Comin tras darse a conocer el fallo el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre la inmunidad de Oriol Junqueras.
El pasado 19 de diciembre, Luxemburgo dio la razón a las tesis del expresidente del Cataluña, Carles Puigdemont. Si bien su decisión es la respuesta a la cuestión prejudicial formulada sobre la inmunidad de Junqueras, el resultado tiene efectos sobre el otro líder independentista fugado en Bélgica. Tal y como sostenía Puigdemont, no era necesario acudir a Madrid -donde sería detenido- a jurar la Constitución para recoger el acta de eurodiputado y por tanto la inmunidad.
La Fiscalía pide mantener la euroorden
La Fiscalía del Tribunal Supremo solicitó ya al juez Llarena que requiriera al Parlamento Europeo "a la mayor urgencia posible" la suspensión de la inmunidad de los procesados rebeldes Carles Puigdemont y Antoni Comin. Los fiscales alegaron que ambos dirigentes se encuentran solicitados por la Justicia española y que la inmunidad "no puede convertirse, en ningún caso, en un refugio protector o generador de impunidad frente al legítimo ejercicio de la función jurisdiccional".
El ministerio público solicitó también que se mantuvieran las medidas cautelares personales actualmente vigentes para los referidos procesados: "prisión provisional, órdenes nacionales e internacionales de detención y la declaración de rebeldía".
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