Carles Puigdemont ha tuiteado desde Waterloo que Junts no rebajará sus pretensiones y que Sánchez tendrá que aceptar todas sus peticiones si quiere recibir sus apoyos. "No somos nosotros quienes necesitamos apoyos para ir a la investidura", ha señalado el prófugo, para después dejar claro que "las condiciones no las pone quien te pide ayuda, eso va al revés".
Aunque considera que Sánchez tiene "todo el derecho a discutir las condiciones y a negociarlas", no puede "ponerle condiciones y pedir que renuncie a cobrar intereses". Puigdemont señala que esto es "como cuando vas al banco a pedir un crédito: puedes negociar si existe un período de carencia y el tipo de interés que te proponen, por ejemplo".
Por último, cierra el tweet señalando que eso es así siempre y cuando quieras "que te den el crédito, por supuesto". Puigdemont deja claro de esta forma que solo le dará sus votos para la investidura a cambio de un referéndum de independencia.
Estas palabras de Puigdemont se suman a las que pronunció Miriam Nogueras, también firme en sus peticiones a Pedro Sánchez. "Nosotros cobramos por adelantado", señaló la parlamentaria en rueda de prensa.
Wesly
No puede estar más claro. Se trata claramente de un chantaje descarado a una persona, Pedro Sánchez, que ha demostrado que es chantajeable, que está dispuesto a aceptar lo que sea (en nombre de todos los españoles) para satisfacer sus ansias enfermizas de poder. Como esta condición de Pedro Sánchez es tan evidente, los independentistas se aprovechan para apretarle las tuercas al máximo. Si Pedro Sánchez tuviera un mínimo de dignidad, un mínimo de decencia, un mínimo de patriotismo, propondría un acuerdo con el PP para no depender de delincuentes. O aceptaría el pacto que el PP ya le ha ofrecido.. Pero Pedro Sánchez es el rey del "no es no", el rey del sectarismo, el rey del fanatismo, y no está dispuesto a negociar nada de nada con quién ha ganado las elecciones. Estamos en manos de un psicópata narcisista malvado que nos llevará a la ruina económica y moral.