El expresidente catalán Carles Puigdemont, detenido en la isla italiana de Cerdeña el pasado jueves y puesto en libertad al día siguiente, cree que su arresto muestra "falta de inteligencia política y emocional" y considera que ha sido "un boomerang" que se ha vuelto contra España.
"No se si ha sido una casualidad y no puedo decirlo, pero los servicios secretos españoles tenían que saber que había un evento muy importante con la presencia de muchos catalanes" y si se "planeó de todos modos esta operación, se ha demostrado una falta de inteligencia política", dice en una entrevista que publica este martes el diario La Nuova Sardegna.
El líder independentista fue arrestado por una euroorden del Tribunal Supremo español el jueves en el aeropuerto de Alguer, donde acudió para participar en un festival de folclore catalán, pero el Tribunal de Apelación ordenó un día después su liberación sin medidas cautelares ni restricciones de movimiento.
En la entrevista, el expresidente asegura que sabía que "había una posibilidad" de ser arrestado en Italia: "Teníamos la sospecha de que (España) no le había dicho la verdad al Tribunal General de la Unión Europea. Esto demuestra que teníamos razón".
Preguntado por su decisión de salir de España, diferente de la del presidente de ERC, Oriol Junqueras, de entregarse, hacer frente al juicio y luego aliarse con el Gobierno, Puigdemont consideró que "no se puede enfrentar la batalla desde la cárcel".
Exilio
"En España no se puede combatir. Yo decidí ir al exilio porque quería continuar la lucha, no para vivir sin problemas. En estos cuatro años he trabajado intensamente y he estado dos veces en la cárcel (...) el exilio es una forma de lucha política", añadió.
Sobre su regreso a España, el expresidente catalán habla de tres posibilidades: la extradición, una ley de amnistía "no para mí, para 3.000 personas que están involucradas en procesos políticos. Eso sería un paso hacia una solución política que yo aceptaría" o que "el movimiento catalán con un debate cívico decida", antes de añadir una más.
"El cuarto escenario, en el que estamos trabajando, es conseguir una resolución del Tribunal Europeo de Justicia donde se reconozca nuestra inmunidad. También en España. Eso me permitiría regresar", dice.
Puigdemont volverá a Cerdeña el 4 de octubre para comparecer en la vista en la que se analizarán si se dan las condiciones para su entrega a España, aunque fuentes italianas cercanas al caso han explicado que si no está presente físicamente, el tribunal archivará el procedimiento judicial.
"Han pasado cuatro años de mi exilio. España ha hecho de todo para conseguir mi extradición y ha sufrido otra derrota (...) Para España soy un fugitivo, un fugitivo un poco raro a decir verdad: mi residencia es pública, soy miembro del Parlamento Europeo. Es una situación surrealista porque yo soy un hombre libre en Europa, pero no en España", concluye.