Carles Puigdemont está lejos de cumplir su promesa de abandonar la primera línea de la política. En una reunión en Waterloo (Bélgica) con sus diputados en el Congreso y en el Parlament para preparar el inicio del curso político catalá, el líder fáctico de Junts lanzó ayer una doble amenaza a los socialistas, tanto en Madrid como en Cataluña. Por un parte, conminó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a "tratar directamente con Junts" y no utilizase a los empresarios de intermediarios, después de que el líder socialista se reuniera el lunes en Barcelona con miembros del Círculo de Economía. "No es consciente de que no tiene mayoría para gobernar", mantuvo. Y recordó a sus siete diputados que son "decisivos" para la supervivencia de Sánchez, que está intentando persuadir a los neoconvergentes de que respalden la senda de estabilidad y desbloquear así los presupuestos.
Ante este escenario, avisó Puigdemont, "toca ir a la ofensiva y aprovechar esta oportunidad en beneficio de todos los catalanes". Y no solo en relación con el presidente del Gobierno, sino también en el de la Generalitat, Salvador Illa, cuyo grupo de 42 escaños catalogó de "débil" y fruto de un pacto "que no se creen ni los que lo han firmado". En este sentido, si su Consell per la República fue una tentativa de organizar un gobierno paralelo en Bélgica, llamó ahora a conseguir desde Madrid los beneficios para Cataluña, principalmente "más dinero". "El principal beneficiario de nuestro papel en Madrid es Illa, hagamos un papel que él no hace", aseveró.
No faltaron, además, los habituales reproches de carácter identitario al 'president' socialista, al que acusó de "desnacionalizar" Cataluña cuando habla de "normalizarla", de haberse reunido con el Rey Felipe VI y de que el pasado martes 1 de octubre no dedicara "ni un minuto" a los catalanes "agredidos" durante el referéndum ilegal de 2017. Por lo demás, los que esperaban que diese alguna pista sobre su futuro en Junts quedaron defraudados, ya que solo avanzó que en el próximo congreso del 26 de octubre se renovarían "mensajes, discursos y liderazgos", sin aclarar exactamente cuál será su papel.