El Consejo General del Poder Judicial ha puesto fin a la crisis de la renovación de magistrados del Tribunal Constitucional al aprobar el nombramiento de María Luisa Segoviano y César Tolosa como candidatos al tribunal de garantías. La resolución del bloqueo ha llegado en el 44 aniversario del Constitucional, y se ha adelantado al Gobierno, que pretende aprobar una reforma legal que modifica las mayorías para renovar los magistrados.
Los 18 vocales han aprobado por unanimidad la propuesta del bloque mayoritario, con una decisión tomada en tiempo récord: apenas 20 minutos, que han puesto fin a un bloqueo de 198 días -que comenzó cuando caducó el mandato de cuatro magistrados-. La sesión extraordinaria, convocada la semana pasada, ponía sobre la mesa la votación de los candidatos propuestos por los conservadores y también de José Manuel Bandrés, el candidato de los progresistas, que han renunciado finalmente a su candidatura por "sentido institucional".
Con esta decisión, entran en la institución dos candidatos propuestos por los conservadores: Segoviano, que sonaba en las quinielas progresistas y que hizo historia al ser la primera mujer en presidir una sala en el Supremo; y Tolosa, hasta ahora presidente de la Sala de lo Contencioso del Supremo. Acompañarán junto con el exministro de Justicia Juan Carlos Campo y con la ex alto cargo de la Moncloa y miembro del Consejo de Garantías Estatutarias de Cataluña Laura Díez.
María Luisa Segoviano, histórica del Supremo y clave del desbloqueo
Recién jubilada, Segoviano (Valladolid, 1950), pasó a la historia por ser la primera mujer en presidir una sala del Tribunal Supremo en más de 200 años de historia de dicha institución. Hoy añade a estos hitos el de ser una pieza clave en el desbloqueo de la renovación del Constitucional.
Su paso por el Supremo llegó al frente de la Sala de lo Social, de la que tomó el control en 2006, y su mandato no fue sencillo ante las vacantes de magistrados sin cubrir en esta sala, con 8 de 13 posibles. El mismo Consejo que la nombró presidenta de Sala del Supremo, cuenta EFE, es el que ahora la designa como magistrada del Constitucional, apenas dos meses después de su jubilación tras una vida profesional consagrada al orden social.
Segoviano ha trabajado por adaptar la legislación laboral a la realidad social, y un ejemplo de ello es la sentencia de los "rider", a los que tildó ante la agencia como "el paradigma de la precariedad laboral". Presidió el pleno de la Sala que determinó que la relación entre Glovo y sus repartidores era de naturaleza laboral, con lo que los empleados no podían ser considerados autónomos. Otra de sus principales demandas ha sido la de la obligación de juzgar con perspectiva de género, igual que ha alzado la voz contra la ausencia de mujeres en la cúpula judicial.
Recientemente, ha sido galardonada con el Premio Pelayo 2022, un premio de reconocido prestigio en el ámbito jurídico.
César Tolosa, gestor de las disparidades autonómicas en la pandemia
El otro magistrado, propuesta inicial del ala conservadora, ha sido César Tolosa, presidente hasta ahora de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo, nacido en 1957 en Santa María la Real de Nieva (Segovia) y miembro del alto tribunal desde 2014.
Si el paso de Segoviano por el Supremo está marcado por la sentencia sobre los "rider", el de Tolosa lo está por la pandemia, las restricciones y caos jurídico en el que su Sala se erigió en faro ante la disparidad de resoluciones que iban dictando los diferentes tribunales autonómicos. "Los jueces no estamos para gobernar, esas decisiones corresponden a los poderes públicos", advirtió en una entrevista con EFE en mayo de 2021, a las puertas del fin del estado de alarma y ante el escenario "sumamente complejo" que esto abría.
Ingresó en la carrera judicial en 1982, y su carrera avanzó hasta ser elegido en 2004 presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, cargo en el que permaneció hasta su nombramiento para el Tribunal Supremo. Autor de numerosas publicaciones científicas, es profesor de la Universidad de Cantabria desde 2009 y ha sido director y ponente en numerosos cursos del Consejo General del Poder Judicial, así como de otras instituciones.
Está en posesión de la Cruz de primera Clase de San Raimundo de Peñafort y de las Medallas al mérito Policial y de la Guardia Civil.
La salida de Tolosa de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo afecta el funcionamiento de esta Sala, que cuenta ya con un déficit de 10 magistrados; es decir, que cuenta con 23 magistrados del total de 33 que debería tener -32 más el presidente-. De cara al próximo año, la situación en esta Sala podría empeorar, ya que el 27 de marzo se jubilará también Inés Huerta.
Chus
Quizás deberíamos saber qué fue la "Magistratura de trabajo" (no era judicial, y los cargos se daban a dedo). Porque de ahí vienen tranto Tolosa (Magistrado de Trabajo) y Segoviano (Secretaria de la Magistratura de trabajo). Su éxito es común: NInguno aprobó oposición alguna para ingresar en el Poder Judicial. Ambos son carne de Cuotas políticas. Carne sin carnet; "pata negra" de la Politización de la Justicia. Y es que España ba bien
Leonidas
Finalmente entran dos sectarios y corruptos como Campos y la otra. Ya tiene el sátrapa su TC. Ahora a manipular elecciones y viajes en Falcon