La imagen conciliadora y serena que ha mostrado Rodrigo Rato al salir de prisión ante los periodistas ha sido muy distinta a la actitud desafiante que ha dedicado a los funcionarios de prisiones antes de recuperar la libertad. “Esto es una venganza cutre y tomaré medidas”, les ha espetado. Según informan a Vozpópuli fuentes penitenciarias, lo que ha provocado una actitud soberbia por parte del exvicepresidente del Gobierno es el hecho de haber tenido que dormir una noche más en el módulo 10 de la cárcel de Soto del Real (Madrid) donde permanecía ingresado desde hace dos años.
Rato considera que tendría que haber recuperado ayer jueves la libertad, fecha en la que la Audiencia Nacional le otorgó el tercer grado penitenciario. Fuentes penitenciarias informan de que los trámites en estos casos no son tan sencillos. El auto fue notificado a su abogado pasadas las 14 horas. Después llegó a la prisión. Pero al tratarse de un tercer grado, exige la reunión de la Junta de Tratamiento de la cárcel para decidir un plan de cumplimiento de la condena en régimen de semilibertad en función de lo que establezco el juez.
Bajo control telemático
Entre otras cosas, en esa reunión se decide el Centro de Inserción Social (CIS) de Madrid del que pasará a depender desde ahora. La Junta de Tratamiento no ha analizado la situación hasta esta mañana. A partir de ahí se le han devuelto sus pertenencias y se han cumplimentado los trámites para su salida. Cumplirá bajo control telemático los dos años y medio que le restan por el caso de las 'tarjetas black' de Caja Madrid.
No es la primera vez que el expresidente de Bankia protagoniza uno de estos arrebatos en prisión. Hace meses perdió los nervios con un compañero del módulo que le regaló un calendario con fotos suyas y de su familia. Según las fuentes consultadas eran fotos fácilmente accesibles en Internet, pero Rato se puso nervioso al ver a un preso con imágenes de sus allegados.
Su reacción con el interno y con los funcionarios provocó que se le abriera un expediente disciplinario. Pese a todo, la Junta de Tratamiento ha tenido en cuenta su evolución en prisión estos dos años como criterio positivo a la hora de informar a favor de que el juez le otorgara el tercer grado.