Los vecinos del Estadio Santiago Bernabéu están indignados con la ampliación que quiere llevar adelante el Real Madrid. Creen que esta reforma va a traer más problemas al barrio y continuarán su lucha, junto a Ecologistas en Acción, para que se cumpla la legalidad.
Recientemente, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid paralizó la reforma del estadio, de forma cautelar, después de que la Comisión Europea abriera un procedimiento por una posible ayuda estatal al Real Madrid. Tanto el Real Madrid como el Ayuntamiento de la ciudad han presentado recurso contra esta decisión.
La Comisión Europea estudia si la cesión de parcelas por parte del Ayuntamiento de Madrid al Real Madrid para la ampliación del estadio Santiago Bernabeu es legal. Los vecinos temen que la Comisión finalmente dé el visto bueno a la operación. Han mantenido reuniones y entrevistas tanto con la alcaldesa, Ana Botella, como con el concejal de Chamartín, José Luis Boto, para pedir que se respete la legalidad en todas las actuaciones municipales.
En febrero del año pasado la Plataforma de Vecinos del Bernabéu recibió una carta de Ana Botella en la que les decía que “la modificación del Plan General no permite ni el incremento del aforo del estadio, ni su ampliación”. En mayo de este año recibieron otra carta de Ana Botella en la que les decía que la Agencia de Gestión de Licencias de Actividades “exigirá de manera escrupulosa” que se cumplan las normas cuando presenten el proyecto de reforma.
Problemas de seguridad
La Plataforma denuncia que la ampliación que pretende el Real Madrid supondrá levantar la actual fachada hasta los 60 metros de altura “hasta hacer la calle agobiante”. Recuerdan que el estadio tenía 24 metros y que la reforma del año 1992 los dobló hasta los 48. “Ahora –afirma un portavoz de esta asociación- nos quieren levantar más altura con una enorme repercusión en la invasión de dominio público y en ventilación”.
El portavoz de la Plataforma señala que la ampliación “no cabe, no hay espacio, ya que el estadio está rebasado y encajonado en tres de sus laterales”. Los vecinos consideran que con los nuevos usos habrá problemas de movilidad y seguridad. Afirman que la acera actual es insuficiente y no creen a Urbanismo cuando dicen que no se ampliará ni un milímetro. La Plataforma cree que es un error cegar las torres de evacuación porque los grupos de personas que las usan se mezclaran e invadirán la calzada con el riesgo de un accidente.
El proyecto, según la asociación, no aclara cómo serán las salidas a La Castellana. “Y si pretenden -dicen los vecinos- que la entrada y salida sea por la fachada del centro comercial será un peligroso embudo que no deberían aceptar las autoridades”.
Una apisonadora
El portavoz de la Plataforma señala que el Ayuntamiento actúa en este tema como una auténtica apisonadora. Recuerdan que cuanto los vecinos han acudido a la Policía y a la Junta de Distrito para protestar por los actos que se producen antes y después del partido (borracheras, peleas, etc…) les dicen que “a ver quién es el guapo que mete a la policía en esas aglomeraciones a cumplir con la normativa vigente”.
Además de los problemas que surgen con la ampliación, la Plataforma hace un catálogo de cuestiones medioambientales, de movilidad y seguridad que se deberían resolver, como suciedad; orines; contaminación acústica (cuando hay actos en la plaza delante del estadio); consumo de alcohol y otras drogas; destrozo de material urbano; excesivo número de bares; salida del túnel de emergencia del túnel Atocha-Chamartín; contaminación de humos; mercadillos; incumplimiento de la normativa de aparcamiento con los autobuses (lo hacen en Concha Espina)…
Objetivos
La Plataforma pide urinarios públicos en la calle “ya que la gente lo hace en la acera y el olor se hace insoportable”, según el citado portavoz. Asimismo solicitan que el Ayuntamiento cumpla la ordenanza de Medio Ambiente e impida la venta de cornetas “que suponen una producción masiva de ruido”,
La Plataforma Vecinos Bernabeu exige, que se cumpla la normativa urbanística del Ayuntamiento de Madrid y se tomen las medidas necesarias “para el adecuado mantenimiento de una zona emblemática de nuestra capital que cada vez está más degradada”.
