España

Mas inicia el proceso soberanista con un triunfo frente a ERC: pregunta doble y referéndum después del escocés

En el primer tiempo de juego del proceso soberanista, Esquerra Republicana no ha resultado ser tan fiera como ella misma se pinta. En contra de lo que ha defendido en los últimos meses, ha terminado por aceptar una doble pregunta en el referéndum y, sobre todo, su celebración después de la consulta escocesa. Unió e Iniciativa se dan por satisfechas, mientras Artur Mas consigue salvar los Presupuestos de 2014 y evitar elecciones anticipadas.

Ninguno de los actores políticos que participa en esta especie de juego floral en que se ha convertido el proceso secesionista confía, de verdad, en que la consulta llegue a celebrarse. Mariano Rajoy ha advertido con contundencia que es inconstitucional, Artur Mas, pese a las apariencias, se encuentra en sus horas más bajas, el frente soberanista es consciente de que se enfrenta a obstáculos insalvables y los socialistas han cerrado filas con el Gobierno. En la última ejecutiva celebrada por Esquerra Republicana se analizaron todos los escenarios posibles, desde que Artur Mas no llegara a ponerse de acuerdo con Josep Antoni Durán i Lleida e intentara retrasar el anuncio de la fecha y la pregunta del referéndum, hasta que ello forzara a nuevas elecciones anticipadas en Cataluña. Oriol Junqueras dejó claro a la dirección de ERC que presionaría a Mas hasta el último minuto, pero que había que tener en consideración que, a pesar de los buenos resultados que las encuestas anticipan a los republicanos, no le convenía ahora hacerse con el timón de la Generalitat valiéndose de una alianza con una CiU fracturada y teniéndose que enfrentar a un Gobierno del PP con mayoría absoluta en Las Cortes. “Nos daría auténtico vértigo presidir ahora la Generalitat”, confiesan en ERC.

Los principales actores políticos del proceso soberanista dan por hecho que el referéndum no llegará a celebrarse

Esta advertencia de Junqueras a la dirección de su partido es de sumo interés ya que ha sido, al final, la que explica que ERC haya cedido en dos aspectos básicos que hasta ahora le parecían imprescindibles relacionados con el referéndum. El primero es el contenido de la pregunta. Los republicanos querían que fuera una,  muy directa y que solo admitiera un sí o un no. Algo así como ¿Quiere la independencia de Cataluña? Finalmente, se han planteado dos. La  primera: “¿Quiere usted que Cataluña sea un Estado?” y una segunda pensada como filtro: En caso afirmativo: “¿Quiere que sea un Estado independiente?”.

La fórmula final atiende a las condiciones puestas por Josep Antoni Durán i Lleida (Unió) y Joan Herrera (Iniciativa) para sumarse al acuerdo. Ambos están convencidos de que la consulta no se celebrará, pero por si acaso buscan que no excluya a los ciudadanos que, con influencia de los socialistas o sin ella, apoyan que Cataluña sea un Estado y participe como tal en una España federal. Al mismo tiempo, la receta final incluye también el concepto “independencia”, requisito indispensable para que ERC no rompiera la baraja.

ERC aspiraba a una sola pregunta, muy directa, y a celebrar la consulta antes del referéndum escocés. Las dos apuestas las ha perdido

Fuentes de la dirección de Esquerra admiten que ha habido una segunda renuncia no menos importante. Junqueras defendió hasta el final que la fecha del referéndum quedara fijada para el 11 de septiembre del año que viene, celebración de la Diada, en todo caso antes de conocerse el resultado de la consulta separatista “a la carta” que Escocia ha situado para el 18 de ese mismo mes. Finalmente, Mas anunció ayer que convocará el referéndum para el 9 de noviembre, siete semanas después del escocés. El calendario tiene su miga ya que la mayoría de las encuestas pronostican una victoria del ‘no’ a la independencia de Escocia, desenlace que puede desincentivar la pulsión soberanista en Cataluña y bajar el suflé que han venido alimentando desde hace dos años un sector de CiU, Esquerra y la Candidatura de Unidad Popular (CUP).

Conocido el acuerdo de ayer, tanto en CiU como en Esquerra hay muchas voces que admiten su escepticismo sobre la celebración de la consulta. “Puede que no se celebre, pero lo importante es que estamos asistiendo a un acontecimiento histórico. Que habrá muchos problemas para llegar al referéndum ya lo sabemos, pero llegado el caso habrá que utilizar de nuevo la movilización popular para medir fuerzas. No damos nada por perdido”, apuntan en ERC. En las filas de CiU hay también una mezcla de incredulidad y satisfacción ya que, al menos, Mas ha conseguido salvar los Presupuestos de 2014- pregunta y fecha eran las condiciones de los republicanos para apoyarlos- y ganar un año, evitando así nuevas elecciones anticipadas.

"Puede que no se celebre, pero lo importante es que estamos asistiendo a un acontecimiento histórico", se asegura en la dirección de ERC

A partir de ahora, el guión con el que trabajan por separado el frente soberanista y el Gobierno de Mariano Rajoy pasará por varias fases dentro de un complejo tablero de ajedrez. La Generalitat pedirá primero permiso al Ejecutivo para que autorice a Cataluña a celebrar el referéndum, el Congreso de los Diputados rechazará la propuesta, el Parlamento catalán aprobará en febrero una ley de Consultas propia y el Gobierno la recurrirá al Tribunal Constitucional. A partir de ahí, aseguran fuentes nacionalistas, nada está escrito, pero se anticipa un llamamiento a la movilización ciudadana en Cataluña y, previsiblemente, una ruptura con ERC en caso de que Mas se niegue a celebrar la consulta de forma ilegal, momento en el que tendría que entrar a operar el posible apoyo parlamentario del PSC si CiU opta por llevar la legislatura hasta 2016.

Rajoy afirma que está "totalmente de acuerdo" con Rubalcaba en la forma de frenar la consulta soberanista

Es un horizonte que todavía se ve lejano, sobre todo si se cuenta con que los socialistas catalanes no solo se han alejado del ‘derecho a decidir’ que acariciaron hasta hace dos meses, sino que han dejado relativamente claro su compromiso con un modelo federal que excluye la independencia. El acuerdo cerrado ayer por CiU, ERC, Iniciativa y la CUP es compartido por 88 diputados de un Parlamento de 135 y ha dejado al PSC en compañía del PP. El primer secretario del PSC, Pere Navarro, lo definió como “una acción unilateral condenada al fracaso”. Más valor tienen todavía las palabras pronunciadas por Mariano Rajoy al lado del presidente del Consejo Europeo Herman Van Rompuy: “Rubalcaba y yo en esto estamos totalmente de acuerdo”.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli