Miles de trenes de toda España han sido suspendidos por la falta de personal en Renfe y Adif. Los servicios ferroviarios que prestan estas empresas públicas tienen problemas desde hace años por la falta de reposición en la plantilla más envejecida de la Unión Europea, según datos de la Comisión Europea. Y lejos de solventarse, la situación va a más. Ni el Ministerio de Transportes ni Renfe ni Adif han aclarado a Vozpópuli en qué situación se encuentran las plantillas de estas empresas públicas y su relación con la creciente suspensión de servicios, algo que está ocurriendo prácticamente en toda la geografía española, según denuncia el sindicato CGT a este diario.
Solo en la provincia de Valencia, la única sobre la que el Gobierno ha facilitado información como respuesta a la pregunta parlamentaria formulada por Compromís, se han producido en los últimos cinco años 20.500 suspensiones de servicios, de las cuales 7.590 se corresponden con 2019, lo que evidencia una tendencia al alza. Fuentes sindicales de CGT achacan en parte este asunto a las obras del Corredor Mediterráneo a su paso por Valencia, lo que provocó un 65% de reducción del tráfico ferroviario, especialmente en el servicio de cercanías. "Como consecuencia, mucha gente pasó a coger el bus o vehículo privado y, una vez se restableció el servicio, el 47% no volvió a montarse en el tren", lamentan.
Las fuentes referidas insisten en que el de Valencia no es un caso aislado. El mismo problema se repite en Madrid, Barcelona, Cantabria, Bilbao, Málaga o Sevilla, que tienen como denominador común la falta de personal que arrastran Renfe y Adif desde hace años, lo que ha empeorado como consecuencia la pandemia del coronavirus. El estallido de la crisis sanitaria y las medidas de seguridad impuestas están demorando la incorporación de la última remesa de maquinistas, que tras acceder a su plaza en Renfe deben superar un periodo formativo que valide su actividad tanto en las líneas como en los propios trenes con los que van a circular.
Jubilaciones en la plantilla ferroviaria más envejecida de Europa
La oferta de empleo público que en este momento se mantiene abierta contempla la incorporación de 475 maquinistas en Renfe para 2021, y si bien fuentes de CGT consideran que la cifra es razonable y permitiría solventar los problemas actuales, recuerdan que el próximo año habrá se producirán alrededor de 300 jubilaciones, dado que España cuenta con la plantilla más envejecida de Europa, por lo que ese refuerzo será insuficiente para paliar los problemas de suspensión de servicios ferroviarios a los que la Administración no da una solución e incluso trata de acallar.
Así ha ocurrido recientemente en Málaga, donde el personal de taquilla de Renfe ha sido amonestado internamente por un jefe de servicio después de que los vendedores informaran a los viajeros con carteles sobre las previsiones de supresión de trenes motivados por la falta de maquinistas, tal y como ha relatado la revista El Observador, que ha publicado la misiva con la que el jefe de línea ha prohibido a sus subalternos notificar una realidad que se enmarca en la decadente situación del ferrocarril español.
Apuesta por el AVE frente al olvidado tren convencional
Los servicios de tren convencional -transporte de mercancías, cercanías, media distancia y larga distancia- llevan ya décadas sumidos en una profunda crisis que responde a cuestiones históricas y que se ha visto agravada por la desproporcionada inversión en alta velocidad por parte del Ministerio de Transportes, dirigido por el ministro José Luis Ábalos. El AVE, ostensiblemente más costoso que el ferrocarril y pese a contar con menos del 10% del conjunto de viajeros que usar tren en España, ha sido la gran apuesta de los sucesivos gobiernos de uno y otro signo; una política que está siendo cuestionada por todo tipo de organismos.
Pese al clamor por repensar la red ferroviaria en España, el Gobierno pretende seguir incrementando el gasto en la red de alta velocidad, como recogen los Presupuestos Generales del Estado de 2021
Asociaciones, sindicatos, diversas instituciones europeas y más recientemente la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) han instado a España a que replantee su red ferroviaria precisamente por la desproporcionada inversión en la alta velocidad. Sin embargo, el Gobierno pretende seguir incrementando el gasto en la red de alta velocidad, como recogen los Presupuestos Generales del Estado de 2021, que contemplan un aumento de esa partida en un 6%. Si bien la inversión en la red convencional crecerá en más un 100%, el montante destinado al ferrocarril sigue siendo notablemente inferior.
España, una "isla" sin conexión con los corredores europeos
Y ello a pesar de que la política comunitaria vigente en este momento es la de la consecución de una red de corredores ferroviarios para conectar a todos los países europeos entre sí para el año 2030. España sigue lejos de ese objetivo, ante el que el que se encuentra con un deteriorado sistema ferroviario y el problema añadido de que la Península es una "isla" con respecto al resto del continente, donde imperan las vías y máquinas de acho internacional, incompatible con el ancho ibérico español.
España, donde solo el 4% de las mercancías son transportadas por tren, sigue sin hacer una apuesta decidida por la red de corredores europeos proyectada precisamente para incrementar el transporte ferroviario de mercancías
Esto ha provocado un importante y paulatino retroceso del transporte ferroviario de mercancías en España, que en este momento se sitúa alrededor del 4% frente al resto, que prácticamente se reduce a los medios de carretera, pese a ser 3,5 veces más contaminantes que el tren. Mientras las cifras de transporte ferroviario de mercancías siguen menguando y sin previsiones claras sobre el futuro del Corredor Mediterráneo, la Comisión Europea mantiene la meta de conseguir esa red que multiplicará las opciones comerciales de en un país como España, con decenas de puertos y eminentemente exportador de productos agrarios y ganaderos: un tren que no puede perder.
