Sean cuales sean los resultados de las elecciones, una vez celebradas los grandes partidos se ponen a hacer números para ver cuál es la cantidad de dinero público que les corresponde en forma de subvenciones. Las ayudas sólo las reciben en base a lo que hayan invertido, y tienen que justificarlo ante el Tribunal de Cuentas -entre los 100 y 125 días después de las elecciones-, de manera que si han cumplido sus presupuestos, y como avanzaban, redujeron sus gastos, PSOE, Podemos y Ciudadanos habrían ahorrado en total al menos 14 millones de euros a las arcas públicas, como señala El Boe nuestro de cada día.
El ganador de los comicios, el PP, recibe 12,8 millones de subvención por escaño y voto, una cantidad límite fijada por ley, aunque los cálculos le darían más de 22,1. A esos 12,8 hay que sumarles otros 6,2 por el envío de papeletas, el llamado mailing electoral, por lo que el total ascendería a 19 millones de euros. Dado que el partido no ha hecho público ningún tipo de presupuesto para la campaña, la única referencia son las anteriores elecciones generales de 2011, en las que según el Tribunal de Cuentas habría gastado más de 20 millones de euros.
El PSOE, por su parte, habría logrado 17,7 millones de euros entre ayudas por escaño y voto y por las papeletas, aunque su presupuesto de campaña se quedaría en 9 millones. Si las cifras se cumplen, ahorrarían 4 millones a las arcas públicas.
Cada partido recibe 21.167 euros por escaño en Cortes, 0,81 euros por voto obtenido si el candidato logra escaño en el Congreso y 0,32 por voto si lo hace en el Senado
También ahorraría dinero público Ciudadanos, que había asegurado tener un presupuesto electoral de 4 millones de euros, mientras que la asignación sería de 9,4, 5,4 millones menos que si no logra justificar no ingresará.
Podemos fue el único que desglosaba su presupuesto de campaña en su página web, calculando unos 2,5 millones. Por los resultados obtenidos, le tocarían 14,9 millones si se suma aquellas circunscripciones en las que concurren en coaliciones y 7,5 si se calcula sin ellas. El ahorro para las arcas públicas llegaría a 5 millones de euros.
Pero sin duda el mayor perjudicado tras estos comicios ha sido Izquierda Unida-Unidad Popular, que se queda con algo menos de 200.000 euros de asignación, ya que no ha conseguido tener grupo propio y por lo tanto pierden las ayudas por el envío de propaganda electoral. Su presupuesto de campaña era de 2,6 millones, por lo que si finalmente sus gastos justificados son esos, tendrá que asumir con medios propios unos 2,4 millones de euros.
También la antigua Convergència ha salido mal parada de los comicios, viendo cómo su asignación se reducía a poco menos de dos millones, mientras su campaña era de un poco más de 2,1, según El Boe nuestro de cada día.
¿De dónde salen las cuentas?
El Ministerio de Hacienda fija previamente a las elecciones cómo funcionarán las subvenciones públicas a partidos. En 2015 estas han sido algo menores que en 2011, y cada partido recibirá 21.167,64 euros por escaño en las Cortes, 0,81 euros por cada voto obtenido por cada candidatura al Congreso donde uno de los miembros haya obtenido escaño y 0,32 euros por cada voto que hubiera obtenido escaño de Senador.
Como ya explicaba Vozpópuli, el límite para las ayudas por la propaganda electoral también está fijado, y los partidos no podrán cobrar más del resultado de multiplicar 0,37 euros por el número de habitantes de las poblaciones de derecho de las circunscripciones donde presenten sus candidaturas.
En cuanto al mailing, las formaciones políticas recibirán 0,18 euros por elector en cada una de las circunscripciones en las que hayan presentado lista a las Cortes siempre que el partido pueda constituir grupo parlamentario.