Los Reyes Magos habían recorrido la mayor parte de su camino desde Oriente, cargados de regalos y buenos deseos para 2022, cuando el presidente Pedro Sánchez anunciaba en rueda de prensa la celebración de una conferencia con los presidentes autonómicos para abordar juntos la ola de contagios provocada por ómicron. La reunión se celebraba, de antemano, vacía de contenido, tras la decisión del Gobierno de guardar en un cajón el documento con medidas para la Navidad elaborado por los expertos de la Ponencia de Alertas y el Ccaes, cuartel general de Fernando Simón. Se anticipaba una reunión tibia y con escasos acuerdos, dadas las declaraciones contradictorias de los días previos.
La reunión se inició de manera telemática a las 16:00. El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, subía una foto en la más absoluta soledad de su despacho con un mensaje: "Volvemos al pasado". El encuentro se desarrolló de manera "distendida", según afirma una fuente presente en el acto, aunque no por ello sin falta de consenso en la mayoría de puntos y también posturas críticas contra el presidente.
El presidente vasco, Íñigo Urkullu, ha criticado la improvisación de Sánchez en la reunión: "No se puede organizar un encuentro de estas características sin un documento técnico previo". Madrid y Andalucía han secundado esta crítica.
La sensación, como expresa a este diario una de las personas presentes, se puede resumir con la expresión: "La montaña parió un ratón". Es decir, que mucho ruido y pocas nueces. La gran medida para reducir los contagios va a ser volver a imponer la mascarilla en exteriores, algo con lo que no están de acuerdo los especialistas en Salud Pública. De hecho, en el papel de la Ponencia de Alertas que Sánchez guardó en el cajón se señalaba recomendaba mantener su "uso obligatorio en todos los ámbitos salvo en exteriores cuando se puede garantizar una distancia de seguridad de más de 1,5 metros".
La presidenta Isabel Díaz Ayuso se ha opuesto a la medida propuesta por Sánchez, y ha abogado por la cultura del auto cuidado. "A estas alturas todo el mundo sabe lo que tiene que hacer". También se ha mostrado tajante contra los cierres "sin datos sanitarios. ¿Cabalgatas? ¿Por qué la hostelería a las 3:00 y no a la 1:00? ¿Con qué criterio?". Además, ha cargado contra otra de las propuestas del presidente, el uso de militares para el rastreo y la vacunación: "¿A estas alturas? ¿Cuántos se van a utilizar? ¿Y cómo?".
Falta de consenso
La diferencia de criterio entre las CCAA y el Gobierno ha sido otra de las tónicas dominantes. Esta falta de consenso ha sido palpable entre las propias comunidades autónomas. Fuentes presentes en la reunión señalan que los presidentes de Galicia y Murcia no han seguido el mismo camino que Ayuso. Así, Alberto Núñez Feijóo ha llevado la contraria a la presidenta madrileña apoyando la mascarilla en exteriores y oponiéndose a que los contactos estrechos vacunados no hagan cuarentena.
Feijóo tampoco estuvo del lado de Ayuso con el pasaporte covid, y defendió su implantación nacional. Es más, Galicia ha llegado a solicitar que se recupere el documento de los expertos de la Ponencia de Alertas, ahora cogiendo polvo en el seno de los armarios del Ministerio de Sanidad, para seguir sus medidas para ordenar el interior de la hostelería.
Desde Murcia, Fernando López Miras, pidió restricciones más duras para contener los contagios. Por otra parte, voces socialistas como la del presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, sí que han seguido la filosofía del auto cuidado de la líder madrileña del PP, al igual que García-Page.
Ley de Pandemias
La aprobación de una Ley de Pandemias también ha sido uno de los puntos clave. Las regiones gobernadas por el PP han hecho frente común en este punto. Según señaló el dirigente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, "hace casi dos años desde que llegó la pandemia y la falta de norma básica estatal tiene doble perjuicio. Retrasa la aplicación de medidas, al tener que ser validadas por la Justicia, y genera disparidad, dados los distintos criterios de los tribunales en cada territorio". Por cierto, Bonilla ha defendido también que la incidencia acumulada deje de ser el principal indicador a la hora de adoptar medidas, y que se tenga en cuenta la presión hospitalaria.
Fuera del PP, un aliado de esta medida fue Cantabria, cuyo presidente reclamó una “legislación clara” para el conjunto del territorio nacional que evite la “disparidad” de criterios entre los diferentes tribunales superiores de justicia autonómicos. Revilla recordó que en su región los jueces desautorizaron en un primer momento la entrada en vigor del pasaporte Covid y, recientemente, el cierre de ocio nocturno a las 3 de la mañana, mientras que en otros lugares estas medidas han sido respaldadas por la justicia.
Fondo covid
Las CCAA solo se pusieron de acuerdo para pedir que los fondos covid vuelvan en 2022. Este punto centró gran parte de la intervención del presidente Revilla: "Hay que mantener los fondos extraordinarios destinados a las comunidades autónomas para costear los gastos derivados de la pandemia, que, lejos de aminorar, están aumentando considerablemente".
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, ha insistido en este punto: "La vacuna vale dinero, pero vale mucho más ponerla, y no es solo la vacuna, es todo el sistema que estamos manteniendo oficial y extraoficialmente. Por tanto, es evidente que se necesitarán fondos adicionales y me atrevería a decir que no son canjeables por otros fondos ni intercambiables. Esta es una situación excepcional que no admite sino más financiación, y si no, pues tendremos problemas".
