El rey de España, Felipe VI, hizo este jueves de guía de viajera al presidente de Italia, Sergio Mattarella, que se encuentra en Las Palmas por la decimoséptima edición de la cumbre europea de la Fundación Cotec para la innovación, que se celebra este viernes en Las Palmas. El monarca, en presencia del presidente de Canarias, Fernando Clavijo, transmitió a Mattarella la historia de Vegueta, donde Cristóbal Colón oró, según las crónicas, antes de partir hacia América en septiembre de 1492. Por eso Colón partió de Canarias enfilando el Atlántico desde la isla de El Hierro, ahora noticia todos los días por la llegada de cayucos desde el África subsahariana.
El edificio que mostró Felipe VI surge de la unión de varios inmuebles, entre ellos la casa del Gobernador, donde se instalaría Colón. A través de trece salas se recorre el pasado precolombino, los mandatarios reflexionaron sobre el paso del descubridor por la isla ayudados de la cartografía y elementos de navegación propios de la época. El edificio ocupa toda una manzana del barrio de Vegueta y de él destacan los patios interiores, techumbres en madera y portadas de piedra de las que sobresale por su valor la de la casa de Santa Gadea-Mansel, donde una placa recuerda que ese fue el lugar de nacimiento del gran tenor Alfredo Kraus.
Vegueta acoge el centro fundacional de Las Palmas y es la mayor demanda de los turistas peninsulares que vienen a Canarias. Y es que la historia de Las Palmas surge cuando en 1478, catorce años antes de la estancia de Colón, el capitán Juan Rejón instaló en esta zona de Gran Canaria un campamento desde el que dirigir la conquista de la isla, a la vez que ponía los cimientos de un barrio en el que las fachadas de las viviendas son la mejor guía para conocer cinco siglos de historia. El modelo del casco antiguo de la ciudad de Las Palmas fue el precedente más inmediato de las plazas de las ciudades coloniales del Nuevo Mundo.
El Conjunto Histórico de Vegueta atesora una amalgama de estilos arquitectónicos que van desde el gótico hasta el neoclasicismo, repartidos entre centenares de edificios que conforman, junto al barrio de Triana, la primera ciudad realenga del archipiélago. Los jefes de Estado en presencia del Rey contemplaron algunos domicilios particulares, donde aún hay restos góticos como arcos conopiales o algún alfiz, elemento estilístico propio de la etapa de los Reyes Católicos, como el de la portada del Palacio Episcopal.
El sello de un gótico tardío también aparece en el interior de la catedral de Santa Ana, en los arcos apuntados de las capillas, en las estrechas ventanas inferiores o en las bóvedas con nervios. El primitivo núcleo fundacional del entorno de la ermita de San Antonio Abad se vio enriquecido con el tiempo con la llegada de una aristocracia que asiste al inicio de Vegueta como núcleo de poder. En la zona, se construyeron el antiguo Cabildo, la Audiencia, el Santo Oficio, el Palacio Episcopal y la catedral. Mientras tanto, Triana quedaba relegada a núcleo comercial.
En las primeras décadas del siglo XVI, Las Palmas de Gran Canaria se proyecta como una ciudad renacentista articulada en torno a la construcción de la Plaza Mayor de Santa Ana, donde van a confluir las sedes de los principales centros de poder de Canarias. El modelo de Santa Ana será el precedente más inmediato de las plazas de las ciudades coloniales del Nuevo Mundo.
Tal vez, la catedral de Santa Ana sea el mejor exponente del Renacimiento. Del estilo que triunfa en la península durante el reinado de Carlos V y Felipe II, la catedral conserva arcos de medio punto o las pilastras de la capilla de Nuestra Señora de Antigua. La fachada principal, realizada en el siglo XVIII cuando aún continuaban las obras del edificio, es de estilo neoclásico.
La Puerta del Aire de la catedral, con reminiscencias de un Renacimiento ya del siglo XVII, comunica con el Museo Diocesano destinado a acoger una colección de arte sacro, formada por piezas realizadas en talleres del archipiélago o traídos del exterior como resultado de la relación entre Canarias, América y los Países Bajos. En el solar norte de la catedral, la arqueología ha recuperado para la ciudad restos de primitivas construcciones como la plaza de Los Álamos, el Hospital de San Martín y la iglesia del Sagrario.
De aquellos trabajos realizados en 2010, el arqueólogo Marcos Moreno destaca la intervención en el osario, “donde se recuperó una cantidad innumerable de huesos”. Ese espacio se construyó en el siglo XVIII para recibir los huesos del cementerio cercano, ubicado en las cercanías de la actual calle Obispo Codina. Uno de los principales atractivos culturales de Vegueta es el de formar parte de la ruta de Cristóbal Colón en su periplo hacia el Nuevo Mundo.
La avería de la carabela La Pinta parece ser el motivo por el que el almirante se dejó ver por Vegueta. La tradición lo sitúa orando en la ermita de San Antonio Abad y la historia le ha reconocido su paso por la isla con la creación de la Casa Colón, dedicada a estudiar la relación entre Canarias y América.