"El Rey y sus cortesanos han estado trabajando agresivamente en el control de daños. En los últimos 10 días, el Rey, sus ayudantes y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) han estado presionando a las fuentes sospechosas de las fugas de información, y acercándose a los ejecutivos de los periódicos más importantes para que reduzcan el tono de la cobertura de la investigación, según fuentes próximas a palacio". Esto asegura el diario The New York Times, que recoge negativas de los directores de ABC y El País a la pregunta de si han sido presionados.
El periódico hace referencia a los mails que se cruzaban Urdangarin con Corinna Zu-Sayn Wittgenstein, y que describen como en un inglés "poco natural". El periódico hace un resumen para sus lectores norteamericanos de la situación en que se encuentra la institución monárquica tras los últimos mails de Torres, donde se ve como el propio Rey intercedió para intentar encontrar un trabajo alternativo al yerno.
Según asegura el rotativo neoyorquino: "Más allá de si Urdangarin violó alguna ley, el escándalo ha expuesto las formas en que la Monarquía usa sus conexiones para buscar puestos bien pagados y hacer negocios con ventaja para mantener su estilo de vida".