El Rey realizó su tradicional discurso de Nochebuena subrayando la importancia del momento político de España, en una intervención de apenas 10 minutos. Aunque no realizó una mención expresa sobre Artur Mas ni la tensa situación que se vive en Cataluña, lanzó un mensaje genérico al respecto: "reivindico la política que fija su atención en el interés general. Lejos de provocar el enfrentamiento y en el respeto a la diversidad, integra lo común para sumar fuerzas, no para dividirlas".
Don Juan Carlos ha puesto el acento en que "no todo es economía" e hizo hincapié en la fuerza integradora de la política: "Quisiera reivindicar la política, porque su papel es fundamental en la salida de la crisis, reivindico la política grande, la que solemos llamar política con mayúsculas, la que fija su atención en el interés general, lejos de provocar el enfrentamiento".
"Es hora de que todos miremos hacia adelante y hagamos lo posible por cerrar las heridas abiertas"
Pese a no referirse de manera concreta a las actitudes secesionistas que se están viviendo en Cataluña, el Rey mencionó la necesidad de "respeto mutuo y lealtad recíproca, valores que hace tres décadas contribuyeron a poner en pie un nuevo marco de convivencia, el reconocimiento de nuestra pluralidad y el amparo de las diferentes lenguas, culturas e instituciones de España. Es hora de que todos miremos hacia adelante y hagamos lo posible por cerrar las heridas abiertas". Una sutil pero a la vez inconfundible referencia a la situación catalana, que remató aferrándose al "respeto a las leyes y a los cauces democráticos".
Sin atisbo de autocrítica
Pese a las expectativas iniciales, no hubo frases de autocrítica sobre su propia figura o sobre escándalos personales, (el año ha sido convulso para la familia Real, por el accidente en la cacería de Botswana que ya motivó una disculpa pública del monarca, por no hablar de la relación con la princesa Corinna Zu Sayn-Wittgenstein). Tampoco hubo referencias a los casos de presunta corrupción en los que se ha visto implicado su yerno, Iñaki Urdangarín.
Sin embargo, el monarca reconoció que "existe pesimismo, y sus efectos se dejan sentir en la calidad del clima social que vivimos. Está además generando un desapego hacia las instituciones y hacia la función olítica que a todos nos preocupa".
Apoyo a la política del Gobierno
"Austeridad y crecimiento deben ser compatibles. Las renuncias de hoy han de garantizar el bienestar de mañana, en un plazo razonable de tiempo, de manera que se asegure la protección de los derechos sociales que son seña de identidad de nuestra sociedad desarrollada", ha dicho Don Juan Carlos en la línea del Gobierno de Mariano Rajoy, que promete recuperación "para 2014". También ha apoyado el control del déficit que preconiza el Ejecutivo asegurando que "hay que poner en orden nuestras cuentas", a la vez que ha recordado que "el primer estímulo que nos sacará de esta crisis se llama confianza".
Sin referencias claras
Al contrario que en otros mensajes navideños, en los que Don Juan Carlos tenía detrás retratos de la Selección Española de Fútbol o de las bodas de sus hijos, en esta ocasión ha aparecido en su despacho, sentado sobre la mesa y varias fotos familiares a sus espaldas.