Nadie en el PP se atreve a criticar en público a la Corona pero nadie en el PP se resiste a protestar ante una proclamación del rey que sabe a poco a los populares. Los responsables del Congreso y el Senado han expresado a los emisarios de la Zarzuela con los que se han reunido en la últimas semanas su descontento con el perfil bajo que la Casa Real está concediendo a la proclamación del futuro rey, Felipe VI. Los presidentes del Congreso y el Senado se han reunido personalmente ya en varias ocasiones con responsables de protocolo de la Zarzuela para pactar cómo será una ceremonia que terminarán de ultimar este martes.
En primer lugar, los cargos políticos han trasladado a la Casa Real su deseo de que se invite a mandatarios internacionales. “No importa que no acudan algunos líderes europeos –aseguran esos responsables—pero es impensable que no acuda, por ejemplo, Michel Bachelet (la presidenta de Chile) a cuyas dos tomas de posesión sí ha acudido don Felipe”.
Los representantes de Congreso y Senado han ofrecido a la Moncloa y a la Casa Real los palcos de la cámara que celebrará una sesión conjunta para acomodar a los invitados y han intentado urgir a la Zarzuela porque en menos de una semana habría que cursar invitaciones y preparar el acomodo institucional para que los mandatarios extranjeros pudieran asistir. La sugerencia de que se amplíe el carácter de la ceremonia no ha sido aceptada, por el momento, por la Casa Real que prefiere un acto más austero.
"Yo sí quiero que se dé una sensación de plenitud en la Cámara y de apoyo a la Monarquía", defiende el presidente del Congreso
Igualmente, la presencia del rey es la segunda clave que se queda corta a juicio de los líderes populares. Don Juan Carlos ha mostrado su intención de no acudir a la proclamación de su hijo como rey. Considera, según fuentes de la Casa Real, que el protagonismo del acto corresponde a su hijo.
Los presidentes del Congreso y el Senado han trasladado también a Rajoy y a los representantes de la Zarzuela un parecer diferente. Consideran que el rey sí debiera acudir a las Cortes y han expresado ya su disposición a acomodar al monarca saliente y su deseo de que Don Juan Carlos acuda para elevar el perfil de la ceremonia. La Zarzuela, de momento, ha trasladado la idea del rey que defiende que Don Juan Carlos será el centro de las miradas el día anterior a la proclamación cuando firme, el próximo día 18, en un acto solemne en el Palacio Real la ley de abdicación que aprobará el Congreso.
La tercera discrepancia gira en torno al recorrido que se hará después de la proclamación. Zarzuela ha propuesto que se celebre una recepción del nuevo monarca a las autoridades en Palacio sin que don Felipe y doña Letizia hagan un recorrido tras la ceremonia. Los responsables populares aseguran que se está actuando “con complejos ante las protestas en la calle”.
Los responsables políticos de Congreso y Senado aseguran que se está yendo demasiado lejos para evitar unas protestas que consideran minoritarias. La Casa Real apuesta por mantener el perfil bajo de la proclamación y evitar titulares sobre elevados gastos públicos. El propio presidente del Congreso, Jesús Posada, aseguraba en La Mañana de la COPE: "estoy convencido de que la gente sí quiere volcarse con el rey" y concluía afirmando que "yo sí pretendo que, sin fastos ni actos que al ciudadano medio haya que explicarle por qué se hacen, sí quiero que se dé una sensación de plenitud en la Cámara y de apoyo a la Monarquía".
Los puntos ya acordados de la ceremonia
1900 antidisturbios se desplegarán en Madrid
La preocupación por las manifestaciones en la calle se refleja de forma muy evidente en el despliegue policial previsto. De momento, Interior va a desplegar 38 grupos de las llamadas Unidades de Intervención Policial (UIP) lo que implica que se pondrán en la calle más de 1.900 agentes antidisturbios.
Aunque todavía quedan enormes flecos por decidir, la ceremonia que se ultimará hoy sí tiene tres o cuatro puntos del guión ya cerrados:
- El Presidente del Congreso, Jesús Posada, pronunciará un discurso antes que el príncipe. “Será un discurso que prometo que será muy corto", aseguró Jesús Posada en La Mañana de la COPE, pero que describió como "imprescindible porque esto es una monarquía parlamentaria". Después, se tomará juramento al nuevo monarca.
- Tras jurar, el príncipe hará un discurso en el que don Felipe está trabajando ya desde hace varios días y en el que pretende utilizar las lenguas cooficiales al castellano. El protocolo pactado ayer asume que don Felipe irá vestido con el uniforme de capitán general de los Ejércitos, como jefe supremo de las Fuerzas Armadas.
- Tras la ceremonia, habrá desfile militar a las puertas del Palacio de la Cortes, pero no habrá una misa posterior. Al contrario que la ceremonia de Don Juan Carlos, don Felipe envía una señal clara con un acto laico.
- Finalmente, el nuevo rey celebrará una recepción en La Zarzuela de forma que los actos se trasladen al Palacio y que pueda estar el rey si Don Juan Carlos mantiene finalmente su intención de no acudir a la ceremonia de proclamación de su hijo como rey Felipe VI
Los responsables políticos del PP están intentado que la Casa Real ceda en algunas de esas cuestiones. En ese debate terciaba el propio Posada que concluía que "todavía hay tiempo para tomar y cambiar las decisiones".