"En relación a las últimas informaciones aparecidas en el día de hoy, la RFEF vuelve a lamentar la construcción de un nuevo relato falso por este medio de comunicación para confundir a la opinión pública, y justificar y buscar aliados en otros medios con el objetivo de amplificar los efectos a esta espuria campaña contra la RFEF y sus dirigentes", así ha defendido la institución de fútbol su actuación frente a las acusaciones que le acusan de espiar deliberadamente a periodistas. Entre ellos al subdirector de El Mundo.
El Confidencial, en el marco de la investigación de los 'Supercopa Files', ha publicado este lunes que la RFEF, bajo la batuta de Luis Rubiales, contrato a la agencia de detectives Inner Risk para seguir a Esteban Urreiztieta, periodista de EL Mundo. El periódico publica que la intención de la institución del fútbol español era dar con la fuente original que habría filtrado el escándalo de los audios de la Supercopa.
Ahora, la RFEF declara que llevó a cabo una investigación como defensa a una "traición" y que se centró en dos empleados. "Sirvió para demostrar de manera aclaratoria cómo extrajeron material y documentación privada y sensible para compartir con terceros; y que fue clave para la interposición de una querella contra Juan Rubiales y otro empleado de la RFEF". Así, recalcan que la forma de actuar era la "única manera de defenderse".
Junto con al periodista de El Mundo, los espías también centraron la atención en el tío de Luis Rubiales, Juan Rubiales López, quien es periodista y fue jefe de gabinete del actual director de la RFEF. Fue apartado del cargo en 2020 por desaveniencias y trasladado a otra sede de la Federación. Rubiales, según informa El Confidencial, sospecha que su tío ha sido uno de los posibles filtradores del escándalo.
En su comunicado, La RFEF declara que "vela y velará siempre por la legítima defensa de sus intereses y va a seguir trabajando para que se esclarezca el robo y filtraciones ilegales de información sensible y privada tanto de dirigentes de la RFEF como de la propia institución. Estas investigaciones son secretas y están sub iudice; y la RFEF quiere dejar claro que no tiene nada que ver en la publicación y difusión de las mismas. Cabe insistir en que sólo los querellados disponen de ese informe y que se comunicarán pertinentemente al juzgado estas filtraciones y manipulaciones".