Francisco Granados, quien fuera vicepresidente de la Comunidad de Madrid y que se encuentra en prisión desde octubre del pasado año, podría seguir en su cargo si se aplicara ahora lo que señala el programa del Partido Popular para las próximas generales, que menciona que "todos los cargos del Partido Popular suscribirán una declaración de Compromiso que significará la adhesión a nuestros principios éticos y tendrán la obligación de dimisión y serán suspendidos de militancia en caso de estar encausados en un proceso judicial con apertura de juicio oral derivado de una causa de corrupción". Este párrafo ya figuraba en programas de convocatorias electorales anteriores. El asunto en el que Granados está implicado, conocido como el 'caso Púnica', que también salpica a altos dirigentes políticos en la Comunidad madrileña, se encuentra todavía en fase de instrucción, un trámite sumamente complicado que avanza lentamente. La apertura del juicio oral no está prevista hasta dentro de unos meses, de acuerdo con fuentes judiciales que conocen el caso. Granados se encuentra en prisión provisional desde hace más de un año. Bien es cierto que, en estos casos especiales, hay instancias en el partido que fuerzan al sospechoso a salir por la puerta de atrás, pero el nuevo programa electoral evita referirse a ello. De hecho, el PP incluye en sus estatutos esta posibilidad de echar de sus filas a los imputados en estos casos cuando se abre el juicio oral o también una vez que hayan sido condenados.
El tercer punto del capítulo dedicado a la regeneración política, presentado este fin de semana, menciona expresamente que "incorporaremos la obligatoriedad de cese en el caro para los altos cargos encausados por un delito de corrupción en el momento de apertura de juicio oral, con la consiguiente suspensión y sustitución en el cargo público". En este punto, el PP coincide con los planteamientos del PSOE, que también aplaza hasta la apertura de juicio oral la obligatoriedad de cesar en sus puestos a aquellos dirigentes que hayan sido imputados en casos de corrupción. De hecho, en las pasadas elecciones andaluzas, varios candidatos socialistas concurrieron a los comicios pese a su condición de imputados, algo que Ciudadanos, sin embargo, rechaza frontalmente.
En las pasadas elecciones andaluzas, varios candidatos socialistas concurrieron a los comicios pese a su condición de imputados
El progama del PP recuerda que "hoy la corrupción se castiga con mayor contundencia, se han incrementado las penas por los delitos de corrupción, se han incorporado nuevos tipos, como el delito de financiación ilegal de partidos, que está ya en vigor en el Código Penal. Y las personas y empresas condenadas por delitos relacionados con la corrupción tienen prohibido por ley volver a contratar con el sector público". También recuerda que se prohíben las donaciones a fuerzas políticas y pone fin a las condonaciones de deudas.
Cortar con el pasado
El programa del PP no menciona qué ocurre con los militantes sin cargo que estén imputados por algún delito relacionado con la corrupción, tan sólo se menciona expresamente lo relativo a los altos cargos. Este capítulo no ha satisfecho las expectativas de algunos dirigentes del partido, que confiaban en medidas mucho más drásticas y tajantes. Por ejemplo, Rodrigo Rato, que no ocupaba cargo orgánico alguno desde muchos años atrás, causó baja temporal como militante en el momento de estallar el escándalo de las 'tarjetas black' y, posteriormente fue dado de baja por el Comité de Derechos y Garantías del PP. Habla, eso sí, el texto hecho público este fin de semana por Dolores Cospedal, de que si las normas impulsadas por el PP en las Cortes hubieran estado en vigor, no se habría producido ninguo de los casos "que hoy alarman a los españoles".
El PP ha optado por no incluir en su programa ninguna medida que vaya más allá de lo que hasta ahora venía sosteniendo
Mariano Rajoy siempre recuerda las iniciativas parlamentarias que ha sacado adelante su grupo en el último año, que en efecto van mucho más allá de lo que ha efectuado el PSOE en cuanto a legislación contra los casos de corrupción. El presidente este fin de semana aseguraba, con voz muy firme, que se ha echado del partido a todos los que habían incurrido en este tipo de acciones y aventuraba que con las nuevas leyes aprobadas recientemente "no se volverán a repetir casos como los que hemos conocido en nuestro país".
Pese a tener en su reciente historil algunos de los affaires más sonados de corrupción, como Gürtel, Púnica o las tarjetas black, el PP ha optado por no incluir en su programa ninguna medida que vaya más allá de lo que hasta ahora venía sosteniendo en sus planteamientos electorales, algo que ha producido cieta decepción en sus filas, puesto que se piensa que ya tocaba dar un paso al frente en este asunto para transmitir una sensación de integridad y ejemplaridad que cortara de raíz con el pasado.