De seis policías al día a sólo un coche patrulla pasando de vez en cuando por la puerta de la finca. El Ministerio del Interior ha dado orden de que el servicio de protección que se prestaba a la familia de Luis Bárcenas desde el pasado 24 de octubre, un día después del asalto que la mujer y el hijo del extesorero del PP sufrieron a manos de un individuo armado con un revólver, se reduzca considerablemente tras trascender el elevado número de agentes que componían el dispositivo y arreciar las críticas en el seno de la propia Policía. De este modo, queda sin efecto la orden interna desvelada este miércoles por Vozpópuli que adjudicaba de modo permanente media docena de policías repartidos en parejas en turnos de 8 horas para la custodia de la vivienda.
Desde este miércoles, el servicio sólo lo presta los vehículos Z y K (con distintitos policiales y camuflados) que patrullan el céntrico barrio madrileño donde está situado el domicilio y que han recibido instrucciones de pasar más a menudo frente al edificio. Así lo han confirmado a Vozpópuli fuentes policiales, que destacan que la orden interna que hizo que durante casi una semana Rosalía Iglesias, también imputada en el caso Gürtel, contara con un despliegue policial "nada habitual" estaba plagada de "irregularidades". Estas fuentes resaltaban que "no era normal y rozaba el absurdo" que los agentes que acudían a diario a la finca, en turno de dos funcionarios cada ocho horas, tuviera que subir a la vivienda de la familia del extesorero a informar de su llegada y, sobre todo, facilitarl a la esposa del político encarcelado los números de sus teléfonos móviles particulares para que ésta pudiera ponerse en contacto con ellos ante cualquier incidencia.
Dónde y cómo
La orden de servicio también detallaba dónde debían situarse los agentes para realizar la vigilancia de la vivienda de Bárcenas: "Deberán permanecer en la entrada del portal de la finca por el día y por las noches en el recinto existente nada más entrar al portal, a la izquierda, que es el utilizado por el conserje del inmueble y en donde pueden permanecer durante las noches así como sábados y domingos que la citada persona no está". Para el resto del tiempo, los agentes "deberán estar donde mejor puedan ubicarse de forma discreta", siempre y cuando causen "las mínimas molestias". En este sentido. documento oficial apuntaba que no debían ocupar "en el tiempo que esté allí el conserje, la mesa y silla que él utiliza". Los responsables policiales resaltaban además que la pareja de funcionarios tendrían a su disposición un vehículo camuflado "que deberán procurar aparcar, si es posible, en la calle Hermosilla lo más próxima a Príncipe de Vergara 34", lugar de residencia de la familia del extesorero.
El despliegue policial provocó ya el martes airadas respuestas de los representantes sindicales de los agentes. El Sindicato Unificado de la Policía (SUP) aprovechó la celebración de una reunión de la Comisión de Personal del Consejo de la Policía -órgano paritario de negociación entre la Administración y los representantes de los agentes- para preguntar a los responsables de la Dirección General de la Policía por dicha orden y las peculiaridades de la misma. Éstos reconocieron en un primer momento desconocer los detalles de la misma y, sobre todo, la existencia de la orden por escrito. Horas después, Interior anulaba la orden y reducía de manera considerable el despliegue policial en torno a la vivienda del extesorero del PP.